Getting your Trinity Audio player ready... |
El director general de esa entidad, el capitán Juan José Navia Cardona, hizo ayer un fuerte pronunciamiento en contra de la clase dirigente y política de Boyacá que no ha sabido fortalecer el servicio de transporte aéreo de pasajeros. “El sector político solamente nos usa para las fotos y para apropiarse de proyectos que no son de ellos”, dijo.
En la última década han funcionado, pero no se han logrado mantener los vuelos comerciales regulares entre Paipa y Bogotá y viceversa, entre Paipa y Bucaramanga y viceversa; y entre Paipa y Medellín y viceversa y apenas se mantienen algunos vuelos entre Paipa y Yopal, la capital de Casanare.
Pero no se trata de que no haya demanda o de que el departamento no necesite el servicio aéreo sino que no hay una política definida de coordinación entre el sector público y la empresa privada para promover una política de reactivación del aeropuerto de Paipa y de los demás que existen en la región.
En el objetivo de lograr ‘la resurrección de la aviación comercial’ para promover el desarrollo económico, empresarial y turístico regional ha trabajado durante los últimos 10 años el capitán Juan José Navia Cardona, un caleño que se enamoró de Boyacá desde cuando era niño, gracias que su padre era amigo de Germán Morales, quien con su empresa familiar administró y operó por muchos años los hoteles Sochagota, de Paipa; y Hunza, de Tunja.
El capitán Navia es el creador y propietario de Servicio Aéreo de Boyacá, pero ayer anunció con tristeza que ha llegado el momento de tomar la difícil decisión de comenzar con la liquidación de la empresa.
Según dijo en un comunicado, “los enormes esfuerzos que he hecho como persona natural, como emprendedor pero, lo más importante, como colombiano, queriendo sacar una empresa adelante y haciéndolo mejor por mi país en territorios, donde el servicio aéreo es requerido, he concluido, que, en definitiva, mi país no merece gente como nosotros”.
Aseguró el capitán Navia que en Boyacá hay un sector político que solamente los usa para las fotos y para apropiarse de proyectos que no son de ellos.
También dijo que hay un sector empresarial que sólo busca ganar (lo cual es coherente) pero no busca la forma, ni tiene la visión de empujar para que una región salga adelante y una empresa aérea pueda surgir.
“Un país indolente ante las inversiones que no existen y en el que uno tiene que pagarle al Estado en impuestos, en arriendos, en cámaras de Comercio, en parafiscales, sin poder producir un solo centavo a través del trabajo”.
Indicó también que “hay empresas aéreas indolentes que llegan a donde uno está instalado y no hay forma de que nos ayuden a trabajar y salir adelante como un trabajo en equipo”.
“Personas que se acercan a ti, te prometen apoyarte, salir adelante y lo único que hacen es darte arequipe con el dedo, mintiéndote, burlándose de uno y sencillamente prolongando un sufrimiento que solamente quienes hacemos empresa entendemos”, dijo en otros de los apartes de su pronunciamiento.
Concluyó que ha llegado a su límite y no puede continuar con una empresa que solamente él ve y que la indolencia de todos los sectores no permiten que el país sea viable para los emprendedores, quienes no cuentan con el apoyo de absolutamente nadie.
Concluyó que solo un milagro de alguien que sea la ficha clave para salvar esta empresa la cual tiene alguna oportunidad, pero ya no por él pues su capacidad financiera como persona natural no le da para eso.
En diálogo con el periódico EL DIARIO, el capitán Navia contó que se formó como piloto y luego de conocer Boyacá comenzó a entender la problemática de la aeronáutica, especialmente lo que ocurría con los aeropuertos de Paipa y Tunja.
“Regresé al departamento hace unos diez años y encontré una falencia muy grande, la falta de transporte aéreo y lo peor es que los boyacenses se acostumbraron a que supuestamente no necesitan aeropuertos, porque tienen a Bogotá muy cerca”.
Durante el Paro Agrario de 2011 y el paro camionero, muchos voltearon sus ojos otra vez hacia los aeropuertos y fue así como, a pesar de sus condiciones y abandono, se utilizaron para hacer evacuaciones.
El capital Navia realizó una investigación para determinar por qué los aeropuertos de Boyacá habían dejado de funcionar; el Gustavo Rojas Pinilla, de Tunja, construido por el gobierno del General en la década del 60; el Juan José Rondón, de Paipa y el Alberto Lleras Camargo, de Sogamoso.
Uno de los factores de que esos aeropuertos no estén siendo utilizados –dice el capitán Navia- es el desarrollo de la doble calzada a Bogotá y que los habitantes se acostumbraron a usar bus para transportarse.
A pesar de ese primer diagnóstico, la investigación demostró que los aeropuertos de Boyacá son necesarios y viables y por eso se creó el Servicio Aéreo de Boyacá, que es una empresa del sector aeronáutico, que consolida las operaciones aéreas a través de diferentes empresas aéreas y que le apuesta a una región con alto índice de turismo, negocios, empresas y deporte nacional.
Durante todo este tiempo el capitán Navia creó la empresa, ha venido buscando socios, ha hecho acercamientos con empresarios, ha buscado aliados en el sector público y ha tratado de lograr una fase de “estabilidad constante de vuelo”.
También durante ese tiempo Servicio Aéreo de Boyacá capacitó personal y le dio empleo a pilotos, auxiliares de vuelo y profesionales en el sector de la aeronáutica, incluyendo mantenimiento y alistamiento de aeronaves.
Dentro la investigación y estudio que el capitán Navia realizó sobre la realidad de los aeropuertos, logró hacer una caracterización de cada uno de los terminales aéreos que existen.
Aunque siempre ha habido una rivalidad entre las ciudades de Paipa, Sogamoso y Tunja para determinar cuál tiene el que debe ser el aeropuerto de Boyacá, el capitán Navia encontró que todos se necesitan y tienen sus propias características.
El de Tunja, el Gustavo Rojas Pinilla, tiene una vocación estudiantil, ejecutiva y de artistas, por los grandes eventos que se realizan allí. También es posible utilizarlo para evacuaciones médicas, por el Hospital San Rafael y otras instituciones de salud. Igualmente sirve para la conectividad con los Llanos Orientales, pues permite la evacuación aeronáutica hacia el centro del país, que se complementa con la magnífica carretera entre Tunja y Bogotá.
El Juan José Rondón de Paipa tiene una vocación turística; con una pista más cómoda que permite la salida y llegada de vuelos regionales por ser destino como capital turística y de eventos deportivos.
El Alberto Lleras Camargo, de Sogamoso, podría ser el alterno en carga del de Bogotá, que es uno de los aeropuertos más importantes de Suramérica. “Sogamoso tiene una inmensa posibilidad, pero es necesario ampliar la pista”, dice el capitán Navia.
En Boyacá también están los aeropuertos de El Cocuy y El Espino, con la posibilidad de permitir el transporte de turistas que en solo 45 minutos estarían muy cerca de la Sierra Nevada de El Cocuy.
Y los de Quípama, Muzo y Puerto Boyacá, aptos para aviones de ocho pasajeros y el transporte hacia esas regiones con dificultades en sus carreteras y con problemas de seguridad.
“Boyacá tiene mucho potencial y requiere de un servicio aéreo que conecte a todas sus regiones”, subraya el capitán Juan José Navia Cardona.
Recuerda que, a mediados del Siglo pasado, llegaba con frecuencia a Boyacá una gran aeronave con trabajadores y directivos de Acerías Paz del Río y resalta que lo que se ha querido es retomar para el departamento la industria aeronáutica, que es importante para el progreso y desarrollo de cualquier región del mundo, para lo que ahora hay mayor tecnología, grandes avances de la aviación y la necesidad primordial de conectarse con el mundo, para temas de mercados y de negocios.
Cuenta el capitán Navia que comenzó a trabajar en ese propósito en medio de dificultades, haciendo contactos con empresarios y programando algunos vuelos ejecutivos y, después de grandes esfuerzos, en el 2019 se dio comienzo al transporte regular de pasajeros hacia Boyacá, desde el aeropuerto de Paipa.
En el 2018 apareció Alejandro Mejía, funcionario de la Gobernación de Boyacá que había hecho su tesis de grado con el título de ‘Boyacá exporta’ y ofreció todo su apoyo y el del Gobierno departamental, hubo reuniones y contactos con el Gobernador del momento y el compromiso de sacar adelante la industria aeronáutica regional.
“Dimos las arras y adquirimos el primer avión, lo parqueamos en Paipa y llegó la pandemia del COVID 19, cuenta el capitán Juan José Navia Cardona.
Fue el capitán Navia el que le hizo caer en cuenta al Gobierno departamental que, como los aeropuertos de Paipa y de Tunja, pertenece a la Aeronáutica Civil es obligación de esa entidad destinar recursos para sus terminales aéreas y entonces se logró una inversión en el aeropuerto de Paipa de 21.000 millones de pesos para mejorar la plataforma y la pista, obras que se inauguraron cuando finalizaba la emergencia sanitaria por la pandemia del COVID-19.
Dice el capitán Navia que Alejandro Mejía, exsecretario o secretario de Desarrollo Económico de Boyacá, no solo no conocía nada del sector aeronáutico sino que comenzó a exigir, sin ayudar a gestionar nada ni ayudar a buscar socios para mantener los servicios.
“Existe la dificultad –dice Navia- de que en estos casos es necesario tener la visión de que en el futuro el negocio puede ser rentable, pero que al comienzo deben ser conscientes de que el negocio apenas está arrancando y empezando pero no se puede pretender ganar dinero de inmediato”.
A pesar de que varias veces hubo ‘reinauguraciones’, ‘el primer vuelo desde Paipa hacia…” y eventos con fotografías, videos y grandes bombos y platillos, ni el Servicio Aéreo de Boyacá ni el capitán Navia recibieron un apoyo concreto ni ha habido una política clara para promover la regularidad de los vuelos comerciales hacia y desde Paipa.
“No estoy buscando enriquecerme, pero tampoco puedo endeudarme más, porque ya tuve que enfrentar un embargo del que me sacaron mis hermanos”, indica el capitán Navia y asegura que desde la Gobernación, Alejandro Mejía trató de sacar a Servicio Aéreo de Boyacá. Además de eso, Mejía le llevó toda clase de cuentos al gobernador Amaya y ‘lo envenenó’ contra él.
Ahora Servicio Aéreo de Boyacá, una empresa certificada internacionalmente, fue relegada y la Gobernación de Boyacá, por ejemplo, contrata otras empresas para sus viajes y hasta para el helicóptero en el que se desplaza el gobernador, Carlos Amaya.
Mientras tanto, Servicio Aéreo de Boyacá sigue endeudada, paga arriendo por el aeropuerto de Paipa, pero llegó a un punto en que no se puede mantener.
El capitán Navia ya se cansó de enviar cartas y derechos de petición al Gobierno de Boyacá, que nadie responde, mientras el servicio aéreo del departamento se apaga.