El grupo de trabajadores entre los que se presentó el brote corresponde a aquellos que están en primera línea de atención en la Unidad de Enfermedades Respiratorias.
La curva de contagios de COVID-19 sigue creciendo aceleradamente en el departamento, y no hay persona que esté completamente a salvo de contraer la enfermedad. Así lo demuestra el reciente brote reportado entre trabajadores de primera línea de atención en la Unidad de Enfermedades Respiratorias de la Clínica María Josefa Canelones.
Se identificaron 14 casos, a quienes se les realizó el cerco epidemiológico, seguido de toma masiva de pruebas para establecer contactos de riesgo y con ello evitar nuevos contagios.
De momento todos se encuentran estables y bajo aislamiento preventivo en sus respectivos domicilios.
De igual forma se llevó a cabo un proceso de limpieza y desinfección de alto nivel en las áreas de incidencia. Las directivas de la clínica previeron a su vez la rotación de personal para garantizar la atención de los pacientes.