El presidente Gustavo Petro aceptó la renuncia de Carlos Ramón González, quien se desempeñaba como director de la Dirección de Inteligencia Nacional.
Según Presidencia, «La decisión responde a la incompatibilidad de su cargo con las investigaciones judiciales en curso y con el aparato de justicia del país».
«Para tranquilidad de fiscales y jueces, para su independencia y buen juicio, y para la misma labor de defensa de los abogados de Carlos Ramón, lo mejor es la separación de su cargo», dice el comunicado oficial de Presidencia.
Agregan que «La renuncia busca asegurar la integridad del proceso judicial y preservar la confianza en las instituciones encargadas de la administración de justicia. El presidente agradeció a Carlos Ramón por su servicio y subrayó la importancia de mantener una separación clara entre las funciones de inteligencia y los procedimientos legales.
Este cambio se enmarca en un esfuerzo por garantizar que la justicia en el país se lleve a cabo de manera imparcial y efectiva».