Los administradores del refugio apelan al buen corazón y solidaridad de los tunjanos para poder abrir de nuevo las puertas al público.
De puertas para adentro era una noticia conocida por todos, de puertas para afuera pocos tenían idea de la dramática situación vivida en el refugio Espíritu Santo.
Desde hace tres días el refugio cerró sus puertas al público, pero fue demasiado tarde para prohibirle el escape a tan trágica noticia: el refugio se ha quedado sin comida y sin medicinas.
Era una situación esperada desde hace tiempo pues fueron cerca de ocho meses los que duró el refugio sin recibir una sola donación. El motivo se desconoce, pero hoy que el drama social es evidente, la administración del refugio está invitando a los tunjanos a participar de la donatón que pretende recoger alimentos, medicinas y artículos de primera necesidad para la población migrante del vecino país.
“Le pedimos a la gente que nos ayude con comida, simplemente comida, no necesitamos nada más. Cómo nos pueden ayudar, llegando a la casa hogar, y trayendo aunque sea una media libra de arroz, de harina, huevos, leche o lo que consideren que nos puede aportar”, señala Anny Uribe, fundadora del refugio.
El refugio Espíritu Santo queda en cercanías a la Terminal de Transporte Terrestre de Pasajeros de Tunja, allí se recibirán las donaciones de aquellos ciudadanos que quieran solidarizarse con los migrantes venezolanos.