Las personas mayores de 60 años con comorbilidades son las más vulnerables a la mortalidad 30 días después de la intervención; además, si viven en zonas rurales o apartadas, están más expuestas a complicaciones relacionadas con la respuesta tardía del sistema de salud.
Por Agencia de Noticias UN
La artroplastia de cadera, o reemplazo total de cadera, es una técnica utilizada para el tratamiento de fracturas y daños óseos provocados por la artritis, enfermedad que, según la Organización Panamericana de la Salud, padecen 34 millones de personas en Latinoamérica. En Colombia, se estima que por cada 5,22 mujeres con artritis un hombre la padece.
La médica Laura López, especialista en Ortopedia y Traumatología de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), afirma que el reemplazo de cadera es un procedimiento seguro y eficaz que puede aliviar el dolor, mejorar el movimiento y ayudar al paciente a reanudar las actividades diarias habituales.
“No obstante, quitar el hueso y los cartílagos dañados y reemplazarlos por una prótesis es una intervención quirúrgica que puede tener complicaciones”.
Junto a tres médicos de la Unidad de Ortopedia y Traumatología del Departamento de Cirugía de la UNAL, la especialista adelantó un estudio para estimar la mortalidad posoperatoria a los 30 días de la intervención y los costos totales del episodio médico en el sistema contributivo de salud colombiano.
Este incluyó a 17.289 pacientes, con una edad promedio de 67 años. Las tasas de resultado se calcularon por 100 cirugías, lo que resultó en 2,15 para mortalidad, 3,41 para ingresos en la UCI y 2,42 para la artroplastia de revisión.
La doctora López, residente de IV de Ortopedia y Traumatología, menciona que “los pacientes mayores de 60 años pueden sufrir hemorragias o trombos porque presentan mucho sangrado durante la cirugía, por infecciones, o porque padecen otras afecciones como hipertensión o enfermedades cardiovasculares que casi siempre derivan en hospitalizaciones en UCI”.
La edad y el índice de comorbilidad de Charlson (ICC) –que evalúa la esperanza de vida– están asociados con el aumento en la mortalidad y las complicaciones.
“En Bogotá, Medellín y Cali identificamos menos complicaciones con esta cirugía, mientras que en las zonas más apartadas del país estas se incrementan debido a factores como la falta de atención o la demora en autorizaciones médicas, y en general a la respuesta tardía del sistema de salud”, indica.
Intervención de alto costo
Otro interés del estudio era determinar los costos totales del episodio médico, es decir desde el momento que el paciente ingresa al hospital hasta que sale tras la cirugía.
Para ello se analizaron los datos administrativos de pacientes del sistema contributivo intervenidos con esta cirugía entre 2011 y 2014, y se concluyó que el costo total promedio fue de 2.742 dólares (cerca de 11 millones de pesos).
“Utilizamos la base de datos de suficiencia de UPC (unidad de pago por capitación), la cual contiene la información reportada por las aseguradoras (EPS) de todas las atenciones en salud prestadas durante un año calendario”, explica la doctora López.
Cada atención en salud se caracteriza con información como edad, sexo, fecha de atención, ciudad de la atención, tipo de atención (medicamento o procedimiento), cantidad de medicamentos o días de estancia, diagnóstico relacionado (CIE-10) y costo de la atención pagado por la aseguradora al prestador.
De esta manera evidenció que “Colombia tiene tasas más altas de complicaciones por artroplastia de cadera que otros países, pero costos más bajos del sistema de salud. Si se compara con Estados Unidos es bastante menor, ya que en ese país el precio de la intervención es de alrededor de 19.000 dólares (cerca de 72 millones de pesos).
Según la investigadora, lo más costoso son las prótesis, seguidas de los honorarios y las salas de cirugía, la anestesiología y la necesidad de una segunda intervención por complicaciones.
“Comparando la tasa de mortalidad con respecto a países desarrollados, las complicaciones son más altas y en algunos casos se alcanzan a duplicar, pero los costos en el sistema de salud son más bajos”.
Según la ortopedista, el país necesita implementar una base de datos exclusiva de intervenciones de artroplastia, que no solo incluya el reemplazo de cadera sino también de rodilla y hombros, de manera que la mortalidad y las complicaciones se puedan estudiar con mayor facilidad, y la información sirva para realizar un abordaje más adecuado del paciente.