“Entre las mismas nieblinas que los demás de estas tierras andaban los tunjas acerca de sus primeros principios, pues los ponen en decir que cuando amaneció, ya había cielos y tierra y todo lo demás de ellos y de ella, fuera del sol y la luna. Y que así todo estaba en oscuridades, en las cuales no había más personas que el cacique de Sogamoso y el de Ramiriquí o Tunja (porque en estos dos pueblos nunca hubo más de un cacique o señor y fue él que lo era de toda la provincia). Estos dos caciques dicen que hicieron todas las personas: a los hombres de tierra amarilla, y a las mujeres de una tierra alta que tiene el tronco hueco. Estaban todavía las tierras en tinieblas, y para darles luz, mandó el cacique de Sogamoso al Ramiriquí, que era su sobrino, se subiese al cielo y alumbrase al mundo hecho sol como lo hizo. Pero viendo no era bastante para alumbrar la noche, subióse el mismo Sogamoso al cielo e hízose luna, y quedó la noche clara y los indios obligados a adorarlos, como lo hacían… Después de subidos los dos caciques al cielo y convertidos en lo que hemos dicho, el primero que dicen hubo en Tunja y Ramiriqui se llamaba Hunzahuba, que permaneció siempre puesto a la provincia, y el de Ramiriquí de menos estimación…” Simón: pp. 409 – 410).
El área que hoy corresponde al municipio de Ramiriquí, estaba ocupada por los muiscas de la familia ligústica chibcha , quienes habitaron todo el territorio cundi- boyacense, forjando una civilización creativa, pacífica y espiritual, de la cual queda su complejo y significativo ciclo mítico legendario, sus aportes lingüísticos, artesanales, religiosos y ese amor entrañado por la naturaleza. Con el paso del tiempo, a estas tierras llegaron los españoles, quienes ejercieron importante presión sobre las costumbres, terrenos y riquezas de los habitantes muiscas hasta apoderarse totalmente de los resguardos indígenas.
El último cacique de gacha llamado Ramirique fue bautizado por los doctrineros como Felipe Ramiriquí. Este acto tuvo lugar en una planicie escogida de antemano para reunir a todos los indígenas de la comarca y bautizarlos. El acto fue celebrado en plena navidad de 1541, presidido por los reverendos fray Pedro duran y Diego de Mancera, doctrineros que vinieron después de la jornada conquistadora. Esos sacerdotes quisieron honrar el lugar en el cual habían bautizado a tanta gente fundando una nueva población y dándole el nombre de cacique, dueño y señor de aquellas tierras. Para el año de 1543 Ramiriquí fue erigido como municipio.
Ramiriquí es cuna del doctor José Ignacio de Márquez, primer presidente civil de Colombia.
*Con información de Alcaldía de Ramiriquí