PRECANDIDATOS A LA GOBERNACIÓN> Rafael Romero
Sin duda, la noticia política para finalizar el año, es que el médico, exgobernador de Boyacá y exparlamentario, Rafael Romero Piñeros, confirma su aspiración a la gobernación de Boyacá y, en consecuencia, pondrá su nombre a consideración de los boyacense el año entrante con miras a las elecciones de octubre.
Romero Piñeros no necesita presentación; inquebrantablemente liberal, abierto a todas aquellas propuesta que le sirvan al departamento, Romero ha demostrado durante toda su vida profesional y política, que su vocación es de servicio a los intereses de Boyacá, pero ante todo a las libertades y los derechos de los ciudadanos, algo que ahora tiene muchos predicadores pero muy pocos comprometidos de verdad.
Durante escasos seis meses, en 2003, Romero Piñeros, al frente de la gobernación del departamento, logró una transición que evitó una mayor crisis institucional, política y económica para el departamento; que trazó el camino para superar las dificultades que en ese momento atravesaba el sector salud y logró unas elecciones imparciales y garantistas en octubre de ese año, lo cual demuestra sus capacidades como administrador público, y su imparcialidad como conductor político.
Conocedor de la realidad del departamento, seis años más tarde, a partir de 2010, hasta el pasado 20 de julio, Romero Piñeros se desempeñó como parlamentario, siendo uno de los más destacados por su conocimiento y capacidad de entender la realidad del país y en particular del Congreso, lo que a su vez profundizó su acerbo de conocimiento sobre los asuntos estatales y la relación con la región, especialmente con Boyacá.
Así que toda esta trayectoria está a disposición del departamento, en este momento cuando es necesario que se consoliden en esta región los profundos valores de la democracia, la participación, el respeto por la diferencia, el compromiso con la paz y con la recuperación social y económica del departamento, superando el enrarecido ambiente de la corrupción en el cual está inmerso el ejercicio de la política y el poder.
Que el gobierno nacional de una vez por todas no nos mire como convidados de piedra. Y que el gobernante finalmente pueda, no solamente empaparse de las necesidades de sus habitantes, sino que sus habitantes confíen en su gobernante y vean que este hace las cosas bien. Rafael Romero Piñeros
Por eso, la primera apreciación de Romero Piñeros, de cara a un nuevo gobierno regional, es que el departamento necesita fortalecer su institucionalidad y evaluar los resultados de las inversiones que se hacen en los diferentes sectores.
“Tenemos que fortalecer la industria del turismo, buscando que nuevas inversiones lleguen a nuestro departamento para que esa fuente de recursos se concentre en los desarrollos que hacen falta; que no se dispersen sino que haya muchos más actores acometiendo la empresas indispensables y de mayor eficiencia”.
Enseguida, argumenta la necesidad de empoderar al conjunto de los municipios para fortalecer su arraigo, el respeto por sus instituciones y el rescate de las tradiciones, culturales, en gastronomía, en folklor, incluso en vestimenta. “Fíjense que nosotros tenemos una tradición de nuestros campesinos que tiene que rescatarse y fortalecerse”, según precisa.
El cuidado del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático, es planteado como otra de las premisas de Rafael Romero; su visión sobre el particular parte de que “hay que fortalecer nuestros municipios para que cuiden su flora, su fauna, sus bosques, sus páramos, sus ríos; que trabajen mucho en el tema de residuos sólidos, y tratamiento de aguas servidas.
Y quizá una de las dificultades más importantes a superar, dice Romero Piñeros: “que el gobierno nacional de una vez por todas no nos mire como convidados de piedra. Y que el gobernante finalmente pueda, no solamente empaparse de las necesidades de sus habitantes, sino que sus habitantes confíen en su gobernante y vean que este hace las cosas bien; que su gobernante es serio, que su gobernante tiene templanza, y que su gobernante no los va a defraudar”.