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Contrapunto económico
El desempeño económico de un país tiene como correlato la dinámica del mercado laboral. Así las cosas, existe una asociación positiva entre la evolución de la producción de bienes y servicios y los niveles de empleo. Por ello, durante los últimos años, después de que la economía colombiana colapsó en 2020, la ocupación se alineó en la misma trayectoria, para luego recuperarse en 2021 y 2022 y ralentizarse en los dos últimos años, hasta enrutarse en una modesta senda, en la que las posibilidades de generación de empleo están subordinadas a la reactivación de la economía, particularmente, de los sectores más dinámicos.
En el segundo trimestre de este año la economía repuntó en 1,5 por cientos, mientras el empleo, en el periodo mayo-julio, creció un poco menos, alrededor del 0,5 por ciento, equivalente a 113.000 nuevos puestos de trabajo en relación al trimestre anterior (abril-junio).
De otro lado, entre mayo-julio de 2024 e igual periodo de 2023, se crearon 118.000 nuevos puestos de trabajo e igual número de colombianos perdieron sus empleos, lo que podría indicar un estancamiento del mercado laboral.
El DANE ha reportado un ligero retraimiento de los principales indicadores del mercado del trabajo en el mes de julio de este año, relacionados con las personas económicamente activas que buscan emplearse, los que ya lo están y quienes lo abandonan.
Uno de los desafíos recurrentes para cualquier gobierno, es propiciar las condiciones para que los diferentes sectores económicos puedan desplegar sus potencialidades productivas, basadas en sus encadenamientos intra e intersectoriales.
Una de las actividades económicas que ha empujado la locomotora del crecimiento, y, por consiguiente, la ocupación, es la agricultura, seguida por las actividades artísticas y la Administración pública; en contraste, la minería sigue rezagada y la industria manufacturera, a pesar de su prematuro marchitamiento, es uno de los sectores cuyo empleo se resistió a contraerse.
Ahora bien, en lo referente al comportamiento del mercado laboral en Tunja, la situación es preocupante, tanto la tasa de ocupación como la de desocupación no han tendido a mejorar, comoquiera que en el trimestre mayo-julio de 2023 y similar intervalo de 2024, el primer indicador pasó de 56,7 a 56,1 por ciento y el segundo de 9,3 a 11,1 por ciento, distante de la media nacional. Lo anterior equivale a 1.000 nuevas plazas de trabajo y 2.000 tunjanos más sin empleo.
Tal como ocurrió a nivel nacional, los dos años más aciagos para los trabajadores y empleados tunjanos, fueron 2020 y 2021, años de desplome de la economía local y de contracción del empleo, que en los dos últimos años ha intentado recuperarse, no obstante la ausencia de estrategias certeras de creación de empleo, a la par del fortalecimiento del tejido empresarial. Según cifras de la Cámara de Comercio de Tunja, en el II trimestre de este año se crearon 3.223 unidades productivas, constituidas como personas naturales y establecimientos de comercio, que representan el 91,7 por ciento de la jurisdicción de Tunja, conformada por 71 municipios. Son 520 empresas más en relación con los registros del II trimestre de 2023.
