El exalcalde de Paipa y exdiputado a la Asamblea Julio César Vásquez Higuera es el autor de una misiva a Rodrigo Rojas, Víctor Leguízamo y Giovanny Pinzón en las que les pide unirse para derrotar a la maquinaria verde. Asegura Vásquez que la Ola Verde de Mockus, tristemente en Boyacá se transformó en 8 años en una maquinaria electoral poderosa en la cual todo vale y para la cual los recursos públicos son apenas el instrumento para constreñir voluntades.
El hecho político en la semana de Pascua lo constituye la carta abierta que el exalcalde de Paipa y exdiputado Julio César Vásquez Higuera publicó en las últimas horas en la que le pide a tres precandidatos a la Gobernación que se unan para derrotar en las urnas al sector político del exgobernador Carlos Andrés Amaya.
A través de correos electrónicos que han circulado profusamente durante las últimas horas y con un video en Youtube el exalcalde y poeta utiliza fuertes adjetivos para referirse a quienes actualmente manejan el poder político en Boyacá, incluyendo al exgobernador Amaya, al actual Gobernador y al alcalde de Paipa, Fabio Alberto Medrano.
La carta fue dirigida a los precandidatos a la Gobernación Rodrigo Rojas, al padre Víctor Leguízamo y a Giovanny Pinzón, con copia a los parlamentarios Soledad Tamayo, Ciro Alejandro Ramírez, Aida Yolanda Avella, Miguel Barreto, Héctor Chaparro, Ingrid Marlén Sogamoso, Pedro Suárez Bacca, Eduar Alexis Triana y César Pachón; a los diputados a la Asamblea de Boyacá, exgobernadores, exdiputados, dirigentes políticos, líderes de opinión, medios de comunicación y opinión pública boyacense y paipana.
“El poder tiende a corromper y el poder absoluto corrompe absolutamente”, escribe Vásquez Higuera recordandfo una frase célebre del historiador, político y escritor inglés Lord Acton.
“Señores candidatos”, es el encabezado de la carta de Vásquez Higuera:
Y continúa: “Escribo esta carta abierta a Ustedes, en mi condición de exalcalde de Paipa y exdiputado a la Asamblea de Boyacá, pero básicamente como un ciudadano paipano y boyacense a quien le interesa el devenir político de su Municipio y su Departamento y le entristece escuchar de diversas voces amigas la utilización astuta y malintencionada del poder político, económico y administrativo para imponer una tendencia partidista a rajatabla y burlando todo asomo de ética y de rectitud en este ejercicio electoral y democrático que se avecina”.
Antecedentes: Primero. Hace más de 30 años, la irrupción de un empresario del transporte en la política boyacense y en el Partido Liberal, con sus recursos económicos y su moderna flota de buses al servicio de sus amigos los días de elecciones en los pueblos y veredas, encareció de un tajo las campañas políticas y desequilibró las cuentas y cálculos electorales de sus competidores en aquel entonces.
Segundo. Hace apenas un año, en la pasada contienda electoral, la inyección de grandes capitales a algunas campañas estuvo a cargo del Partido Verde, y las “Gacelas” de entonces se vieron superadas por un medio de transporte más sofisticado, de impacto en los votantes, pero mucho más costoso: el helicóptero, utilizado esta vez para transportar candidatos afectos al Gobierno departamental. 2 ejemplos nada más para ilustrar este aserto: Primero: 4 esquinas es un sitio tradicional de reuniones políticas, ubicado en la Vereda Venta de Llano en Paipa, en límites con Firavitoba. Allí llegaría en esta aeronave, hecho inédito en la región (como aparecido del cielo trayendo los nuevos mesías electorales de Boyacá), la candidata al Senado Carolina Espitia, apoyada por el Exgobernador Carlos Amaya. Y segundo: Presencié, también en campaña, un video en redes sociales en el cual el candidato al Senado Jorge Eduardo Londoño denunciaba esta campaña multimillonaria que utilizaba tres helicópteros a lo largo y ancho del Departamento y más de 400 vallas, por parte de sus contradictores del mismo Partido Verde, lo mismo que la inversión de grandes sumas de dinero en estos menesteres. Naturalmente, este candidato, no afecto al poder establecido, naufragó en su aspiración.
Tercero. Hace 3 años en Paipa y faltando 2 meses para las elecciones, un candidato a la Alcaldía desafecto a la Administración Municipal del Partido Verde llevaba la delantera en esta campaña. Con el cambio de candidato del Partido Verde, la maquinaria oficial de la Alcaldía, trabajando a todo vapor (prebendas, utilización de OPS, direccionamiento de inversiones, recursos públicos, utilización de la maquinaria oficial, etc.) logró cambiar esta tendencia para imponer un Alcalde inexperto cuyas consecuencias hoy padece el Municipio. Con igual rasero actuó la Administración departamental para imponer al candidato actual.
Cuarto. Hace unos años los colombianos presenciamos ese aire nuevo que encarnó en la política el movimiento conocido como la “Ola Verde” encabezado por una figura venida de la Academia, el Profesor Antanas Mockus, que exhibía una hoja de vida sin tacha e invitaba a los colombianos a purificar las costumbres políticas con lemas de campaña como: “No todo vale” y “Los recursos públicos son sagrados”. ¿Recuerdan, amigos candidatos? ¿Alguno de Ustedes podría ratificar, conscientemente, que esta Ola Verde del pasado es el actual Partido Verde dominante en Boyacá?
El contexto actual
Quien esto escribe, que no tiene aspiración política alguna, que no le interesa cuidar las palabras para no herir susceptibilidades o alejar posibles apoyos, y que no comulga con la actitud derrotista de algunos que piensan que nada hay que hacer ante la “aplanadora verde” que se aproxima; se atreve a responder el interrogante anterior afirmando y denunciando públicamente lo que es vox pópuli en el Departamento: que la Ola Verde de Mockus, tristemente, en Boyacá se transformó en 8 años en una maquinaria electoral poderosa en la cual TODO VALE y para la cual los recursos públicos son apenas el instrumento para constreñir voluntades, corromper las costumbres políticas, distribuir contratos y canonjías a sus amigos, aprovecharse de las necesidades de la gente; y para afianzar su poder político y su hegemonía administrativa que en Octubre próximo pretende reeditarse.
¿Hegemonía administrativa? dirán algunos. Baste comprobar que en un 80 o 90 por ciento el actual gabinete departamental está integrado por amigos y militantes del Partido Verde. ¿Y el resto?, se pregunta Vásquez Higuera.
Y él mismo responde: Al parecer es el contentillo que la Gobernación títere ofrece a aquellas corrientes políticas vergonzantes que no les importa tener cuotas sin autonomía ni importancia estratégica alguna, con tal de estar del lado del poderoso arañando mendrugos de la gran torta burocrática teñida de verde hace 8 años.
Hoy por hoy, cuando comienza a calentarse el debate político me atrevo a esbozar esta radiografía departamental: Una Gobernación en cuerpo ajeno que, atendiendo órdenes, se dispone a repetir el esquema de la pasada campaña en el sentido de colocar todo su poder burocrático, direccionamiento de inversiones, etc. al servicio del candidato del Partido Verde (agréguese a esto, los tentáculos extendidos en entidades como la UPTC, Corpoboyacá, Red hospitalaria, etc). Profusión y asignación de OPS en diversos niveles con la condición implícita de hacer campaña por el candidato verde; cooptación, con la utilización descarada del poder político, de líderes y candidatos de otros partidos en ciudades y municipios a favor del Partido Verde a lo largo de estos últimos 8 años, en un proceso que ha horadado lentamente a las demás colectividades; el clientelismo y la politiquería en su más pura expresión; abuso del poder y direccionamiento de inversiones con fines electorales; la colonización de Boyacá por contratistas y otros personajes provenientes, curiosamente, de un departamento específico de la costa norte. Todo esto y más, alimentado por una verdadera “danza de los millones” que, como una nube negra se dispone a ser exhibida y ofrecida en Boyacá por el poder establecido para comprar consciencias, respaldar candidaturas, financiar campañas amigas, atraer líderes de otros partidos o corrientes políticas para quienes un aval del poderoso pesa más que la ideología, etc, etc.
Y en la otra orilla, vemos 3 candidatos a la Gobernación que no cohonestan lo anterior, adelantando cada uno su campaña con todas las dificultades que encarna el enfrentarse al poder reseñado líneas atrás…
Reconocimiento y reflexión
Estimados candidatos: Cada uno de Ustedes encarna una propuesta política hacia su Departamento y cada uno de Ustedes está en su derecho de adelantarla, explicarla y sumar adeptos a sus respectivas campañas, en un acto de valentía que debo reconocerles. Ojalá procuren a toda costa no atacarse mutuamente ni denigrar de sus respectivas campañas. Todas son respetables. Más claramente: Por favor, no se causen entre Ustedes heridas que después no se puedan cerrar. El rival a vencer no está entre Ustedes, el rival es la ramplante politiquería y clientelismo imperantes en Boyacá !!
Pero, al lado de este reconocimiento y consejo, debo dejarles estos interrogantes para formular los cuales no se necesita ser experto politólogo en política boyacense, ni clarividente electoral ni analista de encuesta alguna. Y son interrogantes que están en el sentir y preocupación de una gran franja de opinión boyacense y de todos sus seguidores: Creen Ustedes, Señores candidatos, que manteniendo cada uno sus candidaturas y sus campañas hasta octubre próximo, tiene alguno de Ustedes posibilidad real de llegar al Palacio de la Torre? Son Ustedes plenamente conscientes y realistas para aceptar que la división en 2 o 3 candidaturas le allana el camino al triunfo del candidato del Partido Verde? Tienen Ustedes, amparados en el discutible slogan de “hacerse contar”, vocación de suicidas? Es justo, con sus seguidores, con el esfuerzo económico que realizan, y con el Departamento, mantener hasta Octubre sus respectivas candidaturas a sabiendas que a todas luces estas no tienen futuro alguno frente a la radiografía planteada líneas atrás? recuerdan ustedes el viejo aforismo, y no por viejo menos acertado, de que la unión hace la fuerza?
Vásquez Higuera asegura que “la respuesta lógica a los interrogantes antes planteados nos conduce a concluir que si Ustedes no abordan un proceso serio de unidad y de selección de una sola candidatura, están, lamento decírselo, perdiendo su tiempo, su dinero y sobre todo, ilusionando ingenuamente a sus seguidores con un triunfo electoral en octubre próximo. Los invito a ser realistas, a dejar a un lado su orgullo, sus egos, y a dejar de creer que sus campañas marchan viento en popa y que el pueblo boyacense está demorado en catapultarlos hacia el triunfo electoral en octubre.
Suena duro aceptarlo así, ¿cierto? Pero me atrevo a creer que estoy interpretando el sentir de muchos boyacenses que quizá no tienen la oportunidad de plantearles a Ustedes esta situación. Es la hora del pragmatismo, Señores candidatos, es la hora de la grandeza de parte de Ustedes y es el momento de demostrarnos a los boyacenses generosidad, humildad y sensatez para pensar ante todo en los altos intereses de Boyacá y para abordar en consecuencia y conjuntamente este proceso de unidad y saber escoger un adecuado mecanismo de unificación de sus aspiraciones presentes, llámese consulta, sondeo, encuesta, etc.
Este proceso, con altas posibilidades de éxito electoral, necesariamente, debe conducir a la conformación de una Gran Coalición Política por Boyacá, Coalición que debe tener como premisas centrales el rescate de la ética y de la dignidad en el ejercicio político y gubernamental, la elaboración concertada de un Programa de gobierno atractivo y realista, un NO rotundo a la corrupción de las costumbres políticas imperante, un NO rotundo al sectarismo ramplón que hoy se exhibe bajo el supuesto concepto de “gobernabilidad”, y el rechazo frontal a que el dinero siga siendo el gran elector de la política boyacense.
Este Gran Pacto que se propone, debe acompañarse, a mi juicio, de 6 acciones fundamentales y las enumero en orden cronológico: Primera: Elaborar un Programa de gobierno concertado, atractivo y realista. Segundo: Pronta decisión de Ustedes sobre la candidatura única planteada, lo cual facilita la articulación de partidos y corrientes políticas en la Gran Coalición propuesta, y un tiempo adecuado para la campaña del candidato y la difusión del Programa. Tercera: Un compromiso serio, leal, sincero y efectivo de Ustedes, sus equipos y seguidores, de respetar los resultados que arroje el mecanismo escogido para llegar a una candidatura única, de honrar la palabra empeñada y sumarse con todas sus fuerzas a la campaña ganadora. Cuarta: Tratándose de una Coalición de fuerzas y corrientes partidistas, sellar también un compromiso de buscar la participación adecuada y equitativa de los mejores hombres y mujeres de la Coalición para desarrollar el Programa de gobierno, en caso de lograrse el triunfo electoral que se avecina. Este concepto de “gobernabilidad” en su mejor acepción, se practica en cualquier democracia que se respete. Quinta: La conformación, por parte de la Coalición, de Comités Municipales de Veedores, que estén atentos a recaudar pruebas y a denunciar ante los organismos competentes todo hecho que configure participación política de las autoridades municipales en la presente campaña electoral. Sexta: La última pero no menos importante y transversal con las demás acciones: Que todos estos pasos se realicen de cara a la opinión pública boyacense. Nada de conciliábulos, de pactos por debajo de la mesa, de estratagemas de baja estofa. Hay que marcar la diferencia, estimados candidatos.
De ser posible esta Gran Coalición Política por Boyacá que proponemos, debería tratar de replicarse en primer lugar en Tunja, la capital, Paipa, Duitama, Sogamoso, Chiquinquirá y demás ciudades y municipios del Departamento. Y menciono en primeros lugares a Paipa, pues mis paisanos saben muy bien que la situación departamental reseñada aplica muy bien en la capital turística de Boyacá. Se trata de extender esta cruzada política contra los abusos del poder, por la decencia de la política en Boyacá y por aliviarla de las garras del clientelismo y la politiquería voraz que exhibe el partido dominante. Utopía? Les recuerdo las palabras del mártir de nuestra democracia colombiana, Jorge Eliécer Gaitán: “Lo imposible no es sino lo difícil, mirado por ojos donde no ha nacido la fe y ha muerto la esperanza”. Fe y esperanza, amigos candidatos, es lo que necesitamos. Fe en que las cosas pueden cambiar y esperanza de lograrlo si aúnan voluntades, inteligencias y estrategias.
Esta carta abierta también está dirigida, respetuosamente, a los dirigentes tradicionales y actuales de los diversos partidos y corrientes políticas de Boyacá, a los hombres y mujeres incontaminados de la baja política boyacense imperante en los últimos años, a los empresarios, campesinos, a la juventud radiante y deseosa del cambio y, en general, a la Opinión Pública boyacense: He percibido que, ante la radiografía planteada en este escrito, algunos partidos políticos y sectores de la ciudadanía parecen “anestesiados” ante la actual situación que ya casi que hace parte del paisaje boyacense. Nos limitamos a comentar en cafetines y corrillos que esto y que lo otro, pero no tomamos cartas en el asunto por un interés particular, por indiferencia, o porque creemos fatalistamente que no hay nada que hacer y que el sino trágico de Boyacá es aceptar que la burocracia, los contratos, las prebendas y el dinero son ahora y para siempre los grandes electores de nuestro destino.
No lo creo así, y no lo acepto. Por esta razón, aporto mi humilde grano de arena en el debate político regional con esta CARTA ABIERTA que pretende poner el dedo en la llaga sobre lo que está sucediendo en el panorama político regional y que bien puede tener 2 destinos finales: Ser vista como el desahogo y pasatiempo de un pensionado loco y pasar entonces desapercibida ante las urgencias e intereses electorales de los protagonistas y ante una opinión descreída e indiferente. O, contrariamente, que este documento, escrito con la mejor buena fe y cariño por mi Departamento, se constituya en un punto de partida, en un ariete que remueva consciencias, que abra los ojos a mucha gente que aún cree en la política bien ejercida, gente que espera de sus gobernantes más administración y menos politiquería; en fin, que este escrito opere a la imagen de los 14 Lanceros de mi tierra y multiplique por miles las mujeres y hombres de Boyacá que asuman el compromiso de darle una segunda independencia al Departamento en octubre próximo.
“De Ustedes, cordialmente, Julio César Vásquez Higuera, c. de c. No. 4.190.630 de Paipa (Boyacá), celular: 3108500876; Correo electrónico: j.vasquezhiguera@gmail.com; Exalcalde de Paipa. Exdiputado Asamblea de Boyacá.