Además de asegurar que no existe escasez, afirman también que los precios de este producto vienen en descenso, así que no existe amenaza o riesgo alguno para la actividad de la construcción.
Un gran revuelo causó un anuncio realizado la semana pasada por la regional Boyacá de la Cámara Colombiana de la construcción, en el que se dijo que está en riesgo el futuro de la vivienda de interés social dado el desabastecimiento y altos precios del acero.
Sin embargo, otra es la postura de los productores de acero, que aseguran que entre enero y agosto de este año la producción nacional creció en un 48%. Tanto así que los productores estiman que se tiene la capacidad de producir hasta 2,6 millones de toneladas en este periodo de reactivación económica, suficientes para responder a la demanda nacional en los años 2022 y 2023.
Claro que un posible desabastecimiento no ha sido el único factor de preocupación para el sector de la construcción, sino que los precios de este material han sido otro de los desencadenantes del temor en el sector. De acuerdo con el Índice de Costos de Construcción de Vivienda del DANE, el precio de hierros y aceros para construcción han registrado una variación anual, hasta julio de 2021, del 39,6%, lo que refleja una inflación del precio 9,7 veces superior a la observada en el mismo periodo, pero de 2020.
Pero esa cifra es puesta en tela de juicio por los mismos productores de acero, que basados en una aparente acumulación del producto terminado, con el consecuente aumento en los inventarios, han llevado a una situación de sobreoferta, causando a la vez una caída en los precios.
De acuerdo al Comité de Productores de Acero, la oferta por producción nacional aumentó en un 57%, mientras que las importaciones crecieron en un 82% en la primera mitad del año, por lo que no es cierto ningún riesgo de desabastecimiento, por lo menos visto desde dicho comité.
