En 2017, según el informe “La discriminación, una guerra que no termina”, realizado por Colombia Diversa, fueron asesinadas 109 personas LGBT. De estas, 36 fueron mujeres trans, quienes generalmente ocupan las cifras más altas entre los homicidios de lesbianas, gais, bisexuales y trans.
Ányela Ramos Claros, cuyo nombre de nacimiento era Luis Ángel Ramos Claros, fue asesinada según la Fiscalía «por odio hacia la condición sexual de una persona», en el departamento de Huila, el 9 de febrero de 2017.
El juzgado Segundo Penal del Circuito de la población de Garzón, en el departamento del Huila, condenó a Davinson Stiven Erazo Sanchez de los delitos de “feminicidio agravado en concurso heterogéneo con fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego”.
Según el juez, se demostró que el hombre de 23 años de edad tiene un trastorno mental, específicamente esquizofrenia; por esta razón, a Erazo se le aplicó una condena a 20 años en una institución psiquiátrica.
Como «histórico», calificó el fallo la organización Colombia Diversa, que defiende y promueve los derechos de la comunidad LGBT en el país. «Es de destacar que esta sentencia tuvo en cuenta la identidad de género de la víctima, aunque ella no hubiera cambiado su nombre identitario en sus documentos», añade el comunicado de Colombia Diversa.
Según la ONG Colombia Diversa, esta sería la segunda sentencia por feminicidio en contra de una mujer trans en América Latina, después de la de Diana Sacayán en Argentina, activista por los derechos humanos asesinada en 2015.