Hubo algunas falencias e incumplimientos de la medida, pero en su gran mayoría se produjeron por desconocimiento de la disposición.
Boyacá vivió la primera jornada de toque de queda desde la expedición del Decreto 183 de 2020, en el que se estableció esta entre otras medidas, la cual rige entre ocho de la noche y cinco de la mañana.
Las autoridades de los municipios han rendido balances frente a esta medida restrictiva en su primera jornada.
En Sogamoso se condujo a 25 personas a la estación de Policía, se impusieron seis comparendos por desacato al Decreto y se inmovilizaron seis vehículos.
En Tunja hubo confusión por la expedición de dos decretos, el del departamento que dictaminó que la medida empezaba a las ocho de la noche, y el de la Alcaldía que la establecía a partir de las nueve. La ciudadanía desconociendo la jerarquía de los decretos corrió para llegar a sus casas y algunos comercios cerraron antes de lo previsto.
También hubo quienes desobedecieron la medida, aunque fueron una minoría. Otros quedaron atrapados en la terminal de transportes Juana Velasco de Gallo, pues venían viajando y cuando llegaron allí, no encontraron transporte para movilizarse hacia sus casas.
En la capital boyacense anoche la jornada tuvo un carácter pedagógico, pero desde hoy se impondrán multas de alrededor de 900.000 pesos por su incumplimiento.
Según aclararon las autoridades, la gran mayoría de casos de incumplimiento se dieron por el desconocimiento de la medida o porque algunos de esos ciudadanos venían viajando en ese horario, quedando inmovilizados en terminales de transporte que no comunicaron la forma cómo manejarían la situación.