El aguacero del pasado miércoles causó una gran emergencia y dejó preocupada a la mayor parte de la población. Se necesita recuperar los afluentes y realizar inversiones en colectores, pero no hay recursos para hacer esas inversiones.
El municipio de Villa de Leyva, tal vez el pueblo más lindo y representativo de Boyacá, tiene problemas de planeación y el cambio climático se constituye en una amenaza para sus habitantes y visitantes.
Un fuerte aguacero registrado ayer puso a revolar a los organismos de socorro, pues durante varias horas tuvieron que atender situaciones originadas por las corrientes de agua sobre las vías, que parecían ríos; la inundación de residencias y establecimientos comerciales y la afectación de vehículos y motos que fueron arrastrados por las aguas.
El desbordamiento de la quebrada San Francisco causó dificultades en diferentes sectores del área urbana y rural.
El concejal Víctor Gamboa dijo que con esta emergencia quedaron en evidencia los errores que se han cometido en el municipio durante décadas por la falta de planeación. “El calentamiento global, que se manifiesta en veranos e inviernos muy intensos causa que Villa de Leyva tenga temporadas de grandes seguías, en las que se producen continuos incendios forestales; e inviernos en los que las quebradas se desbordan y se llevan todo por delante”, subraya.
En el caso de la quebrada San Francisco, que atraviesa el municipio de oriente a occidente, los propietarios de la rivera han estado construyendo sin respetar la ronda y cuando hay lluvias fuertes y la quebrada se desborda, arrastra piedra, troncos y sedimentos que afectan a varios sectores.
Quienes construyeron sobre la ronda e la quebrada no respetaron las normas establecidas por la autoridad ambiental lo que se agrava porque muchos habitantes y visitantes cogieron la quebrada de basurero.
Lo complicado del tema es que Villa de Leyva tiene un Plan Especial de Manejo del Centro Histórico y no es fácil, pues resulta muy costoso, hacer intervenciones para construir sistemas fluviales que permitan conducir el agua y recoger la gran cantidad de desechos.
Gamboa dice que la única solución puede ser la construcción de alcantarillados subterráneos, pero que será necesario que la administración municipal gestione los recursos ante instancias nacionales e internacionales.