Comunidades locales e investigadores comunitarios, con el acompañamiento técnico especializado le hacen seguimiento a aves de rapiña y ayudan a protegerlas.
Corpoboyacá continúa fortaleciendo el monitoreo participativo de la fauna silvestre en su jurisdicción.
En el más reciente Censo del Cóndor Andino (Vultur gryphus), ejecutado bajo la estrategia “Bosques, comunidades y aves”, se registraron 19 avistamientos de cóndores, gracias al trabajo conjunto entre comunidades locales, investigadores comunitarios y acompañamiento técnico especializado.
Este censo, realizado en las provincias de Norte y Gutiérrez, hace parte de las acciones contempladas dentro del Plan de Conservación Regional del Cóndor Andino, un instrumento que responde al estado crítico de conservación de la especie, catalogada como Vulnerable a nivel global y En Peligro Crítico (CR) en Colombia.
El ejercicio fue gestionado y ejecutado de manera voluntaria por los Investigadores Comunitarios formados por Corpoboyacá, quienes eligieron los puntos estratégicos de observación basados en su conocimiento del territorio.
• 15 puntos de monitoreo fueron habilitados.
• Los censos abarcaron los municipios de El Cocuy, Güicán de la Sierra, San Mateo, Chiscas y Susacón.
• Se contó con el acompañamiento de profesionales del Santuario de Fauna y Flora Guanentá Alto Río Fonce (Duitama).
Los registros se concentraron particularmente en La Parada de Romero (Güicán) y el Sendero al Ritacuba Blanco, dos zonas clave de presencia del cóndor en el departamento.
Según Juan García, biólogo de la Subdirección de Ecosistemas y Gestión Ambiental, el éxito del censo demuestra la potencia de la investigación comunitaria como herramienta para la conservación, “son los habitantes locales quienes, de manera voluntaria, recorren los puntos, observan, registran y aportan información con un conocimiento profundo del territorio. Ellos son los protagonistas de este proceso.”
La estrategia “Bosques, comunidades y aves”, implementada desde 2020, ha permitido capacitar a pobladores en metodologías de investigación, observación y toma de datos, superando brechas de acceso al conocimiento y vinculando saber académico y local.
Incluso, varios participantes ya desarrollan proyectos dedicados exclusivamente al seguimiento del cóndor, lo que fortalece la continuidad y calidad de los registros.
El censo articula varias de las líneas estratégicas del Plan Regional de Conservación del Cóndor: Educación y participación ciudadana, capacitación y fortalecimiento local, evaluación y seguimiento de poblaciones silvestres y construcción de redes de comunicación y articulación interinstitucional.
La obtención de 19 registros evidencia la efectividad del modelo de ciencia ciudadana fortalecida con acompañamiento técnico. Este enfoque se ha convertido en un punto clave para generar investigación sostenible y de alto impacto, a la vez que empodera a las comunidades para defender y cuidar su territorio.
“Nuestro principio es enseñar para entender, entender para amar y amar para conservar. Ese es el camino que nos permitirá proteger al cóndor y a los ecosistemas de Boyacá a largo plazo”, concluyó García.
Corpoboyacá reafirma su compromiso con la conservación de especies emblemáticas y la construcción de capacidades locales que garanticen el cuidado del patrimonio natural de la región.
