Por: Daniel Triviño
El juego del sábado en la noche ante Jaguares dejó un enorme descontento en Patriotas. Hoy sus directivas reclaman por el mal arbitraje de Carlos Herrera, los hinchas reclaman por un trabajo directivo serio.
Diego Corredor, director técnico de Patriotas, es un verdadero conocedor de lo que es trabajar con las uñas. Con la limitada nómina con la que cuenta fue capaz de afrontar Liga Águila, Copa Águila y Copa sudamericana. En la Copa Águila logró llegar hasta las semifinales y puso a sudar petróleo al gran candidato al título, el Junior de Barranquilla. Igualmente tuvo una decorosa actuación en Copa Sudamericana, donde fue eliminado por el poderoso Corinthians.
En la Liga Águila, donde perdió sus chances hace rato, tuvo que medir fuerzas ante Jaguares de Córdoba en cumplimiento de la fecha 15. El juego terminó empatado y con un enorme descontento por parte de las directivas de Patriotas, que aseguran que los errores arbitrales de Carlos Herrera le costaron los tres puntos al equipo boyacense.
¿Pero qué más da si fue así?, Patriotas sentenció sus chances de clasificar varias fechas atrás, y atreverse a lanzar acusaciones de favorecimiento a ciertos equipos resulta muy grave. Resulta polémico si no se tiene cómo probar esa situación.
Hoy Patriotas asegura que va a elevar una queja ante la Comisión Arbitral de la Federación Colombiana de Fútbol ya que aseguran sentir que hubo un favorecimiento hacia el equipo de Córdoba, que disputa el descenso, y que según las directivas de Patriotas se vio favorecido en el juego ya que dejaron de cobrarse dos penas máximas en su contra.
Pero lo primero que hay que decir frente a esto es que el error arbitral ha existido, existe y existirá por siempre en el fútbol, no solo en el colombiano, sino en el de cualquier parte del mundo. Los señalamientos hacia Jaguares vienen dándose de tiempo atrás, promovidos por la prensa que anhela que el América de Cali no vuelva al Torneo Águila, pero hasta ahora no ha logrado demostrarse nada.
En el caso del señalamiento de Patriotas, resulta decepcionante que sus directivas no comprendan que el mediocre rendimiento del equipo no pasa por la existencia de errores arbitrales. En Patriotas lo que ha faltado es seriedad por parte de unos directivos que han puesto a trabajar a un técnico serio como Diego Corredor, con una escasez de recursos impresionante. El que haya visto y seguido a Patriotas durante el 2017 aún se pregunta ¿Quién es el nueve del equipo? ¿Quién es el hombre gol?
Y también se pregunta por la partida de hombres como Pico, Luna y Larry Vásquez. Así es, a Diego Corredor le fueron desarmando el equipo, aun sabiendo que disputaba un torneo internacional por primera vez en su historia, teniendo conocimiento que la Copa Águila era la última chance del ‘rojo’ para jugar Copa Libertadores 2018. Pero no importó, “Corredor que se arregle como pueda”. Refuerzos no llegaron; a duras penas apareció Rafael Robayo, que llevaba un largo tiempo de inactividad y que, por más entrega y compromiso, no puede encargarse de comandar al equipo.
Las quejas contra Herrera pueden terminar prosperando, es posible que lo suspendan durante un tiempo, pero el partido no se repetirá. Patriotas dejo de sumar dos puntos, que si bien hoy no sirven para clasificar, si resultan útiles en un tema como el descenso, del cual Patriotas no puede olvidarse.
A las directivas de Patriotas solo queda decirles que si quieren permanecer en primera, que si algún día pretenden ser un grande, un referente del fútbol colombiano; la respuesta está en reforzar con decencia al equipo y no lloriquear como mal perdedor.