Diciembre inició con incrementos en la tarifa de transporte público intermunicipal de pasajeros, lo que fue visto como una medida abusiva con el usuario pues no se le comunicó con antelación sobre dicho incremento y tampoco se evidencia una mejora en el servicio que lo justifique.
Como ya es habitual entre las empresas de transporte público intermunicipal de pasajeros, se ha dado el incremento en las tarifas antes de que termine el año. La razón es precisamente aprovechar la temporada de fin de año en que aumenta notablemente el número de viajeros por las carreteras del departamento.
Sin embargo, entre los usuarios ha causado un enorme malestar ese incremento, hecho de la noche a la mañana, sin aviso previo para el usuario y sin alternativa alguna, ya que todas las empresas de transporte intermunicipal de pasajeros se ponen de acuerdo para que el usuario pague el incremento sí o sí.
El servicio, que sigue siendo el mismo, para cubrir la ruta Tunja – Bogotá pasó de valer 22.000 a 24.000 pesos. El tiquete entre Sogamoso y Bogotá quedó costando 30.000 pesos, entre Duitama y Bogotá ahora vale 28.000, entre Paipa y Bogotá 27.000, entre Tunja y Paipa 6.000, entre Tunja y Duitama 7.000, y entre Tunja y Sogamoso 8.000.
El malestar de los usuarios no se únicamente por este incremento a traición, sino porque no se ve de qué manera ha mejorado el servicio como para justificar tal aumento; los conductores de los buses siguen jugando con el tiempo de los usuarios en cada una de las paradas que realizan en las terminales de los municipios; para recuperar el tiempo perdido en terminales pisan a fondo el acelerador en carretera poniendo en riesgo la vida de los usuarios, y la atención del personal de cualquiera de las empresas que prestan el servicio es pésima por no decir perversa, ejemplo de ello es el viacrucis que debe pasar cada pasajero para que el ayudante del bus preste el baño, teniendo que soportar la mala cara y grosería del mismo.
A todo esto debe agregarse que el usuario está sometido a obedecer y aceptar lo que a la empresa de turno le venga en gana, pues así ocurre con cientos de pasajeros en Duitama, que pasan horas y horas encerrados en la terminal de ese municipio esperando que alguna de las empresas se decida a despachar a un bus para Tunja, pues para ellos no es negocio si el destino no es Bogotá.