Boyacá Chicó logró una hazaña que ningún otro equipo había conseguido antes, consiguió volver a primera división en solo un año. Ahora el reto consiste en conservar la categoría. Pero más allá de ese objetivo, en el ‘ajedrezado’ se plantean metas más grandes como meterse a las instancias finales del torneo.
El suplicio de Boyacá Chicó terminó. Este domingo vuelve a hacer parte del fútbol de primera división en Colombia, lo hará ni más ni menos que contra el vigente campeón, Millonarios.
Pero más allá del debut, la expectativa en las toldas ‘ajedrezadas’ son muchas. La gran ambición es conservar la categoría, y de ser posible engrosar el promedio para no tener problemas con el tema descenso en las próximas temporadas.
Sin embargo la tarea no es sencilla, el equipo boyacense le ha apostado a la juventud en un momento en el que quizás habría sido mejor jugársela por hombres de experiencia, que le dieran manejo y tranquilidad al equipo durante el desarrollo de los partidos.
Mantener al meta José Escobar ha sido uno de los grandes aciertos del ‘ajedrezado’. Escobar fue en gran medida responsable del éxito de Boyacá Chicó en su transitar por el fútbol de ascenso; su seguridad bajo los tres palos y sus condiciones para atajar penales, le dieron seguridad en el fondo.
La defensa es quizás el mayor punto de preocupación para los dirigidos por Jhon Jairo Gómez. La falta de hombres de veteranía le asará factura en varios partidos. Sin embargo, la esperanza que han depositado las directivas en el fichaje de hombres como Gerson Navarro y Andrés Varón, animan a pensar que el ‘ajedrezado’ se hará sólido atrás.
Otra gran virtud de Boyacá Chicó fue conservar a los hombres de generación de juego. La permanencia de hombres como Mateo Palacios y Felipe Ponce permitirá que el equipo consolide una idea de juego. De todas formas, vale recalcar que hizo falta la contratación de una variante para Ponce o en su defecto, un hombre de jerarquía que se asociara con el mexicano.
El ataque fue el punto más débil del ‘ajedrezado’ en su campaña de ascenso. Y eso parece no cambiará por lo menos en sus seis primeros meses en primera. La responsabilidad seguirá cayendo sobre hombres como Misael Riascos y Michel Vázquez, pero en este sector del equipo evidentemente faltaron refuerzos de talla y jerarquía.
Así las cosas, queda claro que el objetivo es luchar mantenerse en primera división. Una eventual clasificación a los play-off debe verse como una hazaña debido a la limitada nómina con la que cuenta el equipo.