
Con un estrechón de manos entre dos figuras históricamente enfrentadas por el conflicto armado colombiano, el diálogo impulsado por la ADR planteó la necesidad de cerrar las brechas estructurales que han alimentado la violencia en los territorios. La conversación giró en torno a la importancia de garantizar acceso a la tierra, condiciones de producción dignas y oportunidades reales para las comunidades rurales.
Salvatore Mancuso, excomandante de las Autodefensas Unidas de Colombia y hoy gestor de paz reconocido oficialmente por el Gobierno nacional, afirmó que “la verdadera transformación del campo exige igualdad de oportunidades, seguridad para quienes trabajan la tierra y reconocimiento pleno a la labor campesina”.
A su turno, Pastor Alape, exnegociador del Acuerdo Final de Paz con las FARC, subrayó que “debemos reconocer los derechos de quienes trabajan la tierra y garantizar su participación en la transformación del país”.
Por su parte, César Pachón, presidente de la ADR, reiteró el respaldo institucional a la agenda de desarrollo rural del Gobierno nacional: “Hoy respaldamos la palabra del presidente Gustavo Petro, que rompió los esquemas de la política tradicional y puso al campo en el centro de la Paz Total”, señaló.
Como gesto simbólico de reconciliación, la Agencia entregó a Mancuso y Alape la “Ruana de la Paz”, símbolo de la voluntad del Gobierno del Cambio de promover el diálogo, la reparación y la transformación territorial desde la ruralidad.
Este encuentro tuvo lugar como parte del cierre de la participación de la ADR en Agroexpo, donde se consolidaron más de 100 acuerdos comerciales por un valor superior a $25.000 millones, beneficiando a 120 productores rurales de 21 departamentos del país. Estos resultados refuerzan el compromiso de la entidad con una ruralidad productiva, asociativa y en paz, como camino hacia la reconciliación nacional y el desarrollo sostenible.