A pesar de que la nueva fecha estipulada para la entrega de la obra es el 16 de diciembre, el escaso avance en los trabajos ha hecho crecer la desconfianza de que la terminal sea finalizada este año.
La construcción de una nueva Terminal de Transporte de Pasajeros parece haberse convertido en una odisea. Esa obra que se proyectó a mediados de 2014, hoy no ha podido ser completada.
El avance de obra hoy es del 87,03%, lo que haría creer que la terminal se estaría entregando próximamente. Pero el escaso avance de obra mostrado mes a mes en lo corrido de 2018 hace pensar lo contrario. Entre julio y agosto el avance fue del 1,23%, y esto fue valorado positivamente ya que a lo largo del año la obra no alcanzaba ni siquiera el punto porcentual de avance en los trabajos mensuales.
Hoy la obra cuenta con 106 personas trabajando en la instalación de pisos, acabados, en la instalación de baños al interior de la estructura, y en la construcción del carril de aceleración y desaceleración.
A pesar de que esta obra ha sido esperada por la ciudadanía desde hace años, la constante ha sido el aplazamiento de la entrega, y las diversas solicitudes del contratista para fijar nuevos plazos de entrega de la obra. La última que se había fijado era el 16 de septiembre, pero esta ya no se cumplirá, por lo que ahora la nueva fecha para su entrega es el 16 de diciembre de 2018.
Sin embargo, es poca la fe que tiene la ciudadanía de que se cumpla con este nuevo plazo. Igual percepción tiene el concejal Anderson Mendivelso, quien actúa como auditor ciudadano en las mesas técnicas de esta obra, y quien ha denunciado frecuentemente los atrasos de obra y las causas de ello. Para él es posible cumplir con dicha fecha de entrega siempre y cuando el contratista se comprometa a aumentar el personal, las horas de trabajo. “Si él lo hace, efectivamente en estos cuatro meses puede cumplir”, señaló el Concejal.
Pero eso parece difícil de lograr ya que no hay una clara disposición por parte del contratista de aumentar el número de trabajadores en la obra ya que esta propuesta se le ha venido haciendo, por lo menos, desde comienzo de este año, y a la fecha esto ha sido imposible; no por falta de recursos, sino porque, según el contratista, en la ciudad no hay mano de obra calificada.
La fecha de entrega estipulada solo atañe a lo que es la obra interior, es decir que todo lo que tiene que ver con los alrededores de la nueva terminal; todas las obras de urbanismo que esto conlleva, tomarán un poco más de tiempo porque hoy ni siquiera se tienen proyectados sus costos. “Una es la obra interna del contratista que va a entregar, y otro es el tema de las obras conexas y de urbanismo que se tendrán que realizar como lo son vías de acceso, como ampliación de vías, andenes, pasos peatonales, iluminación; ese tema por ahora está quieto porque en el contrato como tal solo está contemplada la obra interna (…) para que el proyecto funcione como debe ser, se necesitan planear presupuestos y así realizar esas obras de urbanismo conexas al proyecto”.
Así las cosas es un hecho que los tunjanos no podrán hacer uso ni disfrutarán de su nueva terminal de transporte en 2018. Estima el Concejal, que el proyecto entraría en funcionamiento en 2019, contemplando primero la terminación de la obra, prevista para fines de este año, y la posterior realización de las obras conexas a la terminal.
De ser así, serían cinco años los que habría tomado esta obra, muy por encima de los dos años utilizados para la remodelación del Aeropuerto El Dorado en la capital de la República, o de los tres años utilizados por los brasileños para la construcción del estadio Arena Amazonía, con capacidad para 50.000 personas. A esto hay que agregarle que en 2014, cuando se proyectó la construcción de la nueva Terminal de Transporte de Pasajeros de Tunja, se destinaron 40.000 millones de pesos para su construcción, hoy los costos llegan casi a los 60.000 millones.