No faltó ninguno. Reflexiones Académicas en el Pasaje Vargas en las vísperas de las elecciones que, como todas, definirán el destino de la patria, las libertades y la propiedad de este mundo y del otro. Todos tienen motivos para devorarse el uno al otro, pero cuando el pellejo colectivo está en riesgo, todos terminan en el mismo canasto como los pollos chiquitos, apretujados chillando al unísono para salvarse. Ahí estaban Uribe, Pastrana y Gaviria que se sacaban los ojos hace apenas unos meses, pero como sus barbas podían prender candela, los tres las metieron en remojo, en el mismo paltón, sin contemplación, sin dolor. Olvidados los tiempos de las sindicaciones y de los señalamientos, ahora todos por la misma causa, que por supuesto no es la causa de todos. Los mismos del resto de la cúpula; así, don Luis Carlos, el del billete, no dudó en dar el salto memorable: de la noche a la mañana puso a su pupilo en el cenit, sin sonrojos ni recatos, pero sí sabiendo por qué y donde. El porqué, solo porque son sus interés; el dónde, pues en la primera página de su periódico que es “el más influyente del país”. De ahí en adelante las encuestas son la verdad revelada, son la mano de Dios en la vida de los hombres, es la verdad de don Luis Carlos. Y de ahí para abajo el resto: ya no más rivalidades, ya no más competencia, todos con sus herramientas a una: las tres letras y la Gurisati por las gaseosas, el etanol, el azúcar, y enemil vainas más; los chapetones del grupo Prisa, con Arismendi, a rabiar, junto con sus damiselas de compañía todas las mañanas; y los Santodomingo, los herederos, que ahora uno es el más rico, también con sus herramientas, la Blu con el más lindo y el más inteligente que ahora será cuñado del presidente, ejerciendo el deporte favorito de mañana y tarde, hablar mal del otro, que no es otro, es Petro. Y está del mismo lado el periódico que era de los Cano, una familia de mañosos y paisas tramposos como dijo el que también fue Espectador hace ya muchos años, y que ahora, es de los Santodomingo; y en Medallo, el Colombiano, que es de la godarria paisa; y El Mundo, que es del viejo Gaviria, que también ha corrido las cercas de sus tierras con la fusilería de la Brigada de Urabá; y en Manizales los viejos cafeteros alrededor de La Patria, todos con el marranito de Matador, que es el muñeco del amansador. Y en El Valle, El País, el de la casa de los Lloreda. Y en todos lados, mañana y tarde, en la tarea de la defensa de lo suyo, que hacen ver que es el interés de todos, cuya mayoría no tiene nada. Entonces el domingo con seguridad volverá a triunfar la democracia, la lucha contra la corrupción, la libertad, los más caros propósitos de la cristiandad y el mundo volverá al principio para que sea como debe ser, como ha sido siempre.
¿Y en el Cercado Muisca? (Siguen las reflexiones Académicas de vísperas de elecciones, reflexiones casi castrochavistas). Aquí, en las tierras de Hunzahúa, del cacique Tundama y del jefe Sugamuxi, no faltan los que piensan que otra vez se volverán a ganar las elecciones, que pasará lo mismo del Sí hace ya casi dos años, que pasará lo mismo del 11 de marzo que pasó, cuando la suma de los no Centrodemocráticos fue mayor que la de los sí centrodemocráticos, grupo este a donde han llegado algunos no heterosexuales. Aquí se piensa que el domingo se volverán a ganar las elecciones y que habrá que ver las caras de los Ciros chicos, de los mono Sánchez, de los Hernandos, tanto Pedraza como Torres, de los pericos y de los jaimecastros. Es lo que piensan los Académicos en su gran mayoría; lo que no excluye ni esconde a los que piensan al contrario, que esperan que pase lo mismo de siempre, es decir, que no pase nada. Nuestros académicos minoritarios, que piensan al contrario, prometieron que irán a misa de seis el domingo, para que el señor de los ejércitos guíe a sus huestes, las lleve al triunfo definitivo del bien sobre el mal; que los ángeles vengadores cuiden de este mundo antes de la gran tribulación y de la segunda venida. Así que estos irán a votar a primera hora, en primera fila, para que brille la justicia, para que no se imponga el pecado, ni triunfen los pecadores, ateos y comunistas, castrochavistas, correistas Kirchneristas o lulistas.
El despertar del lunes. Dijeron muchos de nuestros Académicos que el lunes será un despertar de angustia. Que si ganan los ángeles vengadores, el terror será ante sus espadas pues muchos serán señalados pecadores irredentos. Pero si ganan del otro lado, los que pierdan dirán que ha llegado satán, el demonio personificado, que todos serán expropiados, que a todos se les prometerá de todo para que no vuelvan a hacer nada. Que será el fin de los tiempos. Ante semejantes conjeturas y predicciones, se recomendó que esta benemérita Academia le pida fiada una misa al Moncho Luis Augusto, a ver si reza por los unos y por los otros.