Por estos días se viene hablando de los territorios que podrían ser sede del próximo Tour Colombia, pero llevarlo a otra región del país sería desconocer la excelente organización vista en Boyacá, que difícilmente se ha visto en otra región del país, sería subvalorar la enorme acogida y respuesta que tuvo entre los boyacenses.
Así como nadie cuestiona la idoneidad de Barranquilla como casa de la Selección Colombia de fútbol, igualmente ha de contemplarse a Boyacá como la casa del ciclismo nacional.
La organización del Tour Colombia en los pasados días lo ha ratificado así, pues Boyacá se destacó por sus imponentes paisajes, por el acompañamiento masivo de la ciudadanía, por el recibimiento que municipios como Paipa dieron a la competencia.
Boyacá no solo destacó por aspectos superficiales, pues ha de mencionarse que en la antesala a la competencia, la mayoría de los equipos decidieron concentrarse en Paipa por su capacidad hotelera, por su diversidad gastronómica, y especialmente por sus condiciones para entrenamiento en altura, que es uno de los grandes atractivos que tiene esta competencia en pleno comienzo del calendario de competencias.
Luego hay que destacar que las administraciones municipales hayan dado el voto de confianza a sus ciudadanos con la declaratoria de día cívico para que pudiesen acompañar y disfrutar de la competencia. La respuesta fue apoteósica, los ciudadanos coparon los costados de las carreteras en municipios como Paipa, Duitama, Santa Rosa de Viterbo, Tibasosa, Nobsa, Sogamoso, e incluso Tunja, donde pareciera que se organizó una etapa más para el beneficio de un centro comercial que para el propio disfrute de los ciudadanos, en todo caso, los tunjanos acompañaron de forma masiva esa primera etapa del Tour Colombia.
Y con tanta afluencia de público hay que destacar que no se presentaron accidentes por invasión de los aficionados como si se vio en los dos últimos días, en los que el Tour abandonó Boyacá y se fue a Cundinamarca, donde los aficionados, pasados de emociones, corrieron junto a los ciclistas, poniéndoles en riesgo por momentos.
Boyacá también dejó ver su versatilidad para la organización de etapas para embaladores, pruebas contra el reloj y recorridos de montaña, no con este último Tour Colombia, que quedó en deuda en cuanto a espectáculo, pues los recorridos carecieron de retos montañosos en territorio boyacense; pero si con los Campeonatos Nacionales de Ruta, en los que se vio la gran exhibición de Sergio Higuita, en los que se vio a Egan Bernal con la lengua afuera por la gran exigencia del trazado. Esto es un aspecto que en zonas como la Costa Atlántica jamás se podrá conseguir.
El departamento también demostró capacidades en cuanto a infraestructura hotelera, pues entre los Campeonatos Nacionales de Ruta y el Tour Colombia fueron miles de personas las que llegaron a Boyacá con el ánimo de disfrutar de la competencia, y a la vez con las exigencias propias de un visitante, las cuales fueron satisfechas con solvencia por hoteles, casonas, hostales y demás prestadores del servicio.
Ahora, que el Tour Colombia ha terminado, ha empezado ese gran debate sobre la próxima sede de la que hoy es la competencia ciclística más importante del país, y se han mencionado regiones como los santanderes o la Costa Atlántica, pero valga aclarar que ni la una ni en la otra se tiene ese ADN del ciclismo que se tiene en Boyacá, y mucho menos se tiene la diversidad geográfica que si tiene Boyacá, que es apreciada por los pedalistas del pelotón internacional, pues no es lo mismo prepararse a más de 2.000 metros de altura sobre el nivel del mar, que al nivel del mismo.
Bien excluyente y apasionado su artículo. Ciertamente Boyacá posee todo lo que se menciona en la nota; pero ignora que muchas otras regiones del país también poseen cualidades e infraestructura de todo tipo par albergar un evento de tal magnitud. Que decir de la primera versión «Oro y Paz» corrida por el Valle del Cauca y el Eje Cafetero, o la segunda «Tour Colombia 2.1» por el depto. de Antioquia. Es importante valorar lo que se tiene, pero reconociendo las potencialidades de otras regiones. Disculpen ustedes.