Por: Daniel Triviño
Grandes referentes del ciclismo como Greg LeMond y Alberto Contador han echado por la borda las chances del boyacense de conquistar el Tour de Francia. Pero la esperanza es lo último que se pierde y bien lo sabe Nairo Quintana, que a lo largo de sus años ha superado impase tras impase para llegar hasta donde ha llegado.
Los anaqueles de la historia dirán que Nairo Quintana es el mejor ciclista en casi 200 años de existencia de este país. No es para menos, pues la obtención de un título del Giro de Italia, una Vuelta a España y varias apariciones en podios del Tour de Francia, entre tantas otras conquistas, no puede ser ostentada por ningún otro colombiano.
Pero de todas formas todavía está esa tarea pendiente, esa cima que le ha sido esquiva de colonizar al mejor escalador de todos los tiempos en Colombia: el Tour de Francia.
No es tarde para hacerlo como muchos quieren hacerlo creer, no está Nairo Quintana en el ocaso de su carrera ni mucho menos, apenas tiene 29 años. Algunos lo han juzgado por una temporada en la que no se le han dado los triunfos, pero solo los más ingenuos podrán juzgarlo por este hecho, pues hay que comprender que lo visto de enero hasta hoy ha sido un Nairo Quintana tratando de encontrar su mejor forma.
Basta con mirar el historial de Chriss Froome, el mejor pedalista contemporáneo y gran referente de la década en el pelotón internacional. Basta con mirar su camino rumbo al título del Tour 2015, ese que peleó mano a mano con Nairo Quintana y que al final terminó ganando a pesar del escepticismo de analistas y expertos en la materia. En aquel 2015 Froome llegó al Tour de Francia con tres victorias de etapa en su haber. Peor fue 2017 pues para aquella temporada Chris Froome no consiguió una sola victoria antes ni durante el Tour de Francia, sin embargo, al término de los 21 días de competencia en territorio francés terminó vistiendo el anhelado maillot amarillo una vez más.
Pero eso a la hora de juzgar es lo de menos, y han empezado así los ataques de expertos e inexpertos que dicen que Nairo está fundido, o que ya se le pasó el momento, o que Nairo carece de explosividad, o que Nairo no se ha preparado para las contrarreloj, o que Nairo se dedicó a la política, o que Nairo sencillamente no está capacitado para ganar la grande entre las grandes. Y la responsabilidad se le ha traspasado a un joven y talentoso, pero a la vez inexperto en grandes vueltas, como lo es Egan Bernal.
Su corto historial en el ciclismo de ruta, su falta de bagaje en grandes vueltas y su reciente llegada al Team Ineos, antes Sky; hacen que dicha chance de ser campeón sea más que un sueño que una oportunidad real. Del liderato compartido que le dio el Ineos para este Tour solo puede deducirse que se debe más a la inseguridad y falta de confianza que le tiene Dave Brailsford a su jefe de filas, Geraint Thomas, que en una verdadera apuesta por Bernal.
No quiere decir esto que Bernal no sea capaz de ganar un tour. Seguramente lo hará pero a su momento. Hoy, la oportunidad es para Quintana, que a sus 29 años debe haber encontrado un punto de madurez deportiva, que seguramente conoce con más detalles sus virtudes y flaquezas, las de sus compañeros de equipo y las de muchos de sus rivales en el pelotón.
Es ahora Nairo, ahora que Mikel Landa tiene poco peso en el equipo, ahora que Alejandro Valverde no está en plenitud para liderar al equipo en el Tour, ahora que Froome y Dumoulin se ausentarán, ahora que la confianza de los boyacenses está depositada en usted para tener un motivo de celebración en el Bicentenario.
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