Geraint Thomas fue el ganador de la segunda etapa. El líder de filas del Movistar llegó a nueve segundos de Thomas.
Este jueves se disputó la segunda etapa de la Tirreno Adriático sobre un trazado de 229 kilómetros con salida en Camaiore y llegada en Pomarance. Geraint thomas (Sky) fue el vencedor de etapa al registrar un tiempo de 5 horas, 51 minutos y 44 segundos.
La etapa estuvo marcada por una prolongada fuga, seis pedalistas estuvieron en ella. Pero esta fue neutralizada a 28 kilómetros de la línea de sentencia. A partir de allí empezó una fuerte disputa por encabezar al gran pelotón. Fernando Gaviria (Quick Step Floors) impuso el ritmo durante un trecho considerable y fue vital para desgastar a grandes favoritos para la etapa como Peter Sagan (Bora-Hansgrohe), pero finalmente no pudo soportar en la cabeza de carrera hasta el final del exigente y extenso recorrido.
Luego lo intentó Bob Jungels (Etixx-Quick Step), el pedalista holandés, con grandes dotes en la contrarreloj, quiso sorprender imponiendo un elevado ritmo en los últimos kilómetros de competencia. Alcanzó a separarse del gran pelotón en compañía de Jhonatahn Castroviejo (Movistar), Damiano Caruso (BMC) y Geraint Thomas.
El hombre del Sky estaba decidido a conseguir su primera victoria en territorio italiano y atacó sobre el final de la etapa, separándose de Jungels, Castroviejo y Caruso, logrando sacarles una ventaja cercana a los 20 segundos a falta de kilómetro y medio para el final.
Thomas fue inalcanzable y se impuso en solitario. Tom Dumoulin (Sunweb) llegó en la segunda posición a nueve segundos de Thomas. Peter Sagan fue tercero, registró el mismo tiempo de Dumoulin.
Con este resultado Damiano Caruso perdió la camiseta de líder y ahora es su compañero de equipo, Greg Van Avermaet, quien se da el gusto de vestir la ‘maglia azzura’. Nairo Quintana se ubica en la séptima posición de la general a 21 segundos de Greg Van Avermaet.
Mañana se disputará la tercera etapa, un recorrido de 204 kilómetros entre Monterotondo Marittimo y Montalto di Castro. La etapa, que cuenta con ciertas dificultades montañosas, tiene un final apto para que los sprinters hagan de las suyas.