Gachantivá y Sotaquirá fueron escenario recientemente de situaciones de carácter social que dejaron mal parados a sus mandatarios locales, pues estos prefirieron recurrir directamente a la Fuerza Pública, antes de agotar instancias de negociación o diálogo. Ese tipo de respuesta llamó la atención y generó el rechazo en un departamento que se ha caracterizado históricamente por ser territorio de paz.
Preocupados quedaron los ciudadanos, tanto de Gachantivá como de Sotaquirá con el proceder de sus respectivos mandatarios locales, que, ante el más mínimo pronunciamiento de las comunidades, han optado por solicitar refuerzos policivos y militares para hacer presencia en las calles.
La situación Sotaquirá sigue siendo motivo de críticas a la Administración Municipal, pues todavía no se entiende el porqué de tan beligerante reacción. En aquel municipio, los jóvenes solicitaron labores de mantenimiento para una cancha de fútbol, a lo que el gobierno municipal contestó de forma negativa. Los jóvenes optaron entonces por realizar ellos mismos el corte del césped, a lo que la Administración Municipal, en cabeza de Henry Santiago Suta, decidió enviarles a la Policía Metropolitana de Tunja, bajo el supuesto de que estaban dañando el escenario deportivo.
Este hecho desató la indignación de reconocidos personajes en el municipio, como lo es el exdiputado y exsecretario de educación de Boyacá, Jaime Raúl Salamanca, que en sus redes sociales expresó su rechazo. “¿Los jóvenes queriendo hacer y no los dejan hacer? Triste situación en mi pueblo. Esto no lo había visto jamás ¡Dios mío, que alguien lo haga entrar en razón!”
En el caso de Gachantivá, el inconformismo tiene razones un poco más de fondo. Son varias las causales del descontento ciudadano, entre esas el estado de las vías, incluyendo la entrada principal al municipio. Sobre este punto aseguran los ciudadanos que no se trata de un asunto estético exclusivamente, sino de la calidad de vida de todos los habitantes, pues tanto hueco y desnivel en las maltratadas vías, complica el transporte de productos, aumenta tiempos de desplazamiento, daña los vehículos de habitantes y turistas, y son proclives a generar corrientes de agua en días de fuertes lluvias.
A eso se suma, lo que, al parecer de un sector ciudadano, es el exceso en burocracia. “El valor de la nómina de la Administración Municipal supera los 2.200 millones de pesos al año”, según señala un documento en el que los gachantivenses han reseñado las problemáticas que vive su municipio. Que no es un asunto menor para un municipio de sexta categoría (menos de 10.000 habitantes).
En ese mismo sentido los gachantivenses se preguntan por qué el municipio ha destinado más de 600 millones de pesos en asesorías. Si bien el Alcalde es autónomo en la ejecución de su Plan de Desarrollo Municipal, no entiende la población por qué el mandatario no les explica el porqué de estas decisiones presupuestales, que a la larga pueden terminar perjudicando la inversión en otros rubros, como proyectos de inversión social, mantenimiento y mejoramiento de la malla vial, tratamiento y calidad del agua, estímulo a la producción agropecuaria, entre otros.
Los pedidos han sido diversos, y en algún momento se confió en el alcalde, Pedro Alonso Aguillón, para la solución de los mismos. Más cuando él fue uno de los firmantes del Acuerdo de Voluntad, establecido en 2019, y firmado por los por entonces candidatos a la Alcaldía, como una manifestación contundente de su deseo por dar solución a las principales problemáticas del municipio, plasmadas, en dicho documento por la comunidad.
El más reciente domingo ese inconformismo desencadenó en una manifestación que fue pacífica a todo momento, pero la respuesta por parte de la Administración Municipal fue el llamado a la Policía y al Ejército para que hiciesen presencia en las calles. Si bien, ni Policía ni Ejército lastimó a ciudadano alguno, su presencia no fue bien vista por una comunidad que desde hace tiempo viene pidiendo diálogo a su mandatario local.
EL DIARIO buscó establecer contacto tanto con Pedro Aguillón como con Henry Santiago Suta, pero en ninguno de los dos casos fue posible.
Quien sí se manifestó sobre el proceder de ambos mandatarios fue el Asesor para el Dialogo Social y Paz, Pedro Pablo Salas, quien lamentó que hoy los mandatarios locales hayan heredado las dinámicas represivas y absolutistas que tanto han caracterizado al gobierno Duque. “Son dos claros ejemplos de la reproducción del esquema del manejo central de los conflictos, donde no se dialoga, sino que se quiere irrumpir en pueblos que son remansos de paz, rompiendo una tranquilidad en la cotidianidad con el uso de la fuerza”, señaló Salas.