Así las cosas, ha quedado aprobado el inicio de clases para el 8 de febrero.
Hace una semana el secretario de educación de Boyacá, Jaime Raúl Salamanca, dio a conocer una serie de disposiciones tomadas desde su dependencia para garantizar el regreso a clases sin que esto implique una propagación mayor del COVID-19.
En la propuesta aprobada quedó establecido que el primer periodo académico del año irá entre el 8 de febrero y el 27 de junio, ya sea con modelo de alternancia o en completa virtualidad. El segundo periodo académico del año iría del 12 de julio al 5 de diciembre.
Quedó definido también que no habrá alternancia en aquellos municipios catalogados como de alto riesgo por COVID-19, por lo menos hasta marzo. Durante ese mes se evaluará la evolución de la pandemia, para ver si es viable que se implemente la alternancia educativa en estos 75 municipios.
En los restantes municipios se evaluará la posibilidad de implementar alternancia académica teniendo en cuenta tres criterios. El primero de ellos es que no podrá implementarse en municipios que hayan sido considerados de alto riesgo por COVID-19, o su zona de influencia, durante el segundo pico de la pandemia en Boyacá.
El segundo de los criterios a tener en cuenta es las condiciones de prestación del servicio educativo. Es decir que se tendrá en cuenta que las instituciones educativas cuenten con personal docente que no sea población de alto riesgo, además de tener una infraestructura suficiente y adecuada para el cumplimiento de protocolos de bioseguridad.
Un tercer criterio es el consentimiento expreso de los padres de familia. Solo se dará vía libre a la alternancia educativa si el 70% de los padres de familia en una institución educativa expresan estar de acuerdo.
Hasta ahora son dos los colegios, de carácter privado, y situados en Moniquirá y Soatá, en los que se ha aprobado el inicio de clases bajo el modelo de alternancia educativa.
El aplazamiento del calendario escolar no implica la extensión del mismo.
