Mineros y trabajadores de multinacionales en el occidente de Boyacá, denuncian ser víctimas de atropellos tanto de las empresas, como de la Agencia Nacional Minera y Corpoboyacá. Además rechazan supuesta tercerización laboral pretendida por Coscuez S.A.
Mientras unos preparaban ‘La Marcha de la Mayoría’ y, en el Congreso se embolataba la reforma laboral propuesta por el Presidente Petro, mineros y trabajadores de multinacional en regiones del occidente de Boyacá, denunciaban atropellos y tercerización laboral pretendida por la empresa.
«La empresa Coscuez S.A. quiere cambiar las condiciones de los contratos de forma ilegal», dicen desde el sindicato de Fura Gems y asociaciones San Pablo de Borbur – Coscuez – La Mina. Asimismo piden aumentos y nivelación salariales, y, no a la persecución sindical.
A través de comunicado, las asociaciones de San Pablo de Borbur-Coscuez-La Mina, y sus representantes legales denuncian que al día de autoridades no cumplen lo pactado en Artículo de 1977 con la firma Esmeracol, «la cual protegería a los aparceros y ocupantes de la zona minera y se obligó a permitir la permanencia», esto hasta que fue vendida a la Multinacional FURA GEMS, «quien inició su persecución y hostigamiento a través de amparos administrativos, que aprobó la Agencia Nacional Minera de Colombia desconociéndolos como mineros tradicionales de cuatro décadas».
Dicen sentirse perseguidos por la multinacional, por la Agencia Nacional Minera y por la Corporación Autónoma Regional de Boyacá, Corpoboyacá que, según comunica el sindicato, señala que «todos los mineros tradicionales, ancestrales y raizales de la zona son ilegales y son quienes destruyen el medio ambiente».
Por lo anterior, solicitan a autoridades de orden municipal y nacional, «respeto hacia el debido proceso, la caracterización de la comunidad, y respeto al Acuerdo firmado en 1977.
El siguiente es el comunicado:
La forma como el estado favorece a los concesionarios mineros, apoyados por el gobierno departamental y la autoridad ambiental, atravez del tiempo, ha dejado para la región más rica del país con las mejores gemas del planeta, solo la miseria y el atraso de sus pobladores y un pasivo ambiental irreparable, que se asentua, con la llegada del nuevo patrón, explotador que incentiva la desigualdad social y económica como contraprestación al saqueo de la riqueza regional, que debería reflejarse en desarrollo y bienestar de las comunidades en salario, vivienda, agua potable, educación y sobre todo vías de comunicación adecuadas a las calidades de su pujanza y riqueza.