Para seguir haciendo frente al problema de deforestación que históricamente ha afectad a Boyacá, el Ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Ricardo Lozano, firmó la declaratoria de reservas protegidas. En Total serán 20.000 hectáreas las que de bosques las que se cobijan con esta medida y los operadores turísticos serán en gran medida responsables de cumplir el objetivo de conservación.
Diversas situaciones y problemáticas ambientales del departamento se dieron a conocer en la mañana de este jueves al Ministro de Ambiente y Desarrollo sostenible, Ricardo Lozano, quien hizo presencia en Paipa.
Allí el Consejo Directivo de Corpoboyacá, encabezado por el director, Ricardo López Dulcey, le expuso al Ministro la problemática que se ha tenido con la regulación hidráulica de la cuenca alta del Río Chicamocha, la contaminación por emisión de partículas en el valle de Sogamoso y la regulación hidráulica de los ríos La Vega y Jordán; igualmente se dio a conocer la forma como la corporación ha buscado dar solución a estas problemáticas.
López Dulcey también abordó los tema referentes a la implementación de los planes de ordenamiento ecoturístico y la situación actual del Lago de Tota. Sobre este último punto, López Dulcey hizo énfasis en la necesidad de alejar la actividad agrícola de la ronda del lago.
Sin embargo, hubo un tema en el que se concentraron todos los esfuerzos: la deforestación. Problemática de la que Boyacá no ha sido esquivo, pues para el año 2013 el departamento se ubicaba entre los diez primeros afectados por la deforestación.
Por eso se la importancia de la firma de la declaratoria de 20.000 nuevas hectáreas protegidas en dos zonas específicas: Lago Sochagota y Bosques Secos del Chicamocha. “En el año 2013 Boyacá estaba ocupando casi los primeros lugares, hoy en día ya no está allí. Eso quiere decir que se ha frenado la deforestación, pero desafortunadamente es un departamento que ha sufrido eso; es decir, el tema de la falta de educación, no solamente acá sino en todo el país, sobre la importancia y el valor que tiene conservar los bosques que es lo que de verdad nos garantiza el agua (…) por eso es que estamos insistiendo, no solamente en frenar la deforestación sino en la restauración y la conservación de los suelos”, señaló Lozano.
El Ministro recalcó que de las 20.000 hectáreas protegidas, cerca de 8.000 estaban siendo usadas por el sector turismo, lo que generó un compromiso desde dicho sector para que sean ellos quienes promuevan su conservación, descontaminación, su labor de educación a la comunidad.
Frente a cuestionamientos como el avance de delimitación del Páramo de Pisba y política de construcción de plantas de tratamiento de agua, el Ministro prefirió guardar silencio argumentando que son políticas que van construyéndose en cada una de las socializaciones que se realizan o realizarán con las comunidades.
Para conservar las 20.000 hectáreas en mención se requieren alrededor de 10.000 millones de pesos anuales.