Desde ya se gesta una iniciativa ciudadana que pretende prohibir el uso del asbesto en la capital de la Provincia Oriente.
En los últimos años, varios líderes sociales han emprendido una lucha incansable por la prohibición del uso del asbesto en Colombia, un asesino silencioso que ha cobrado cientos de vidas en el país. Según cifras expuestas por la senadora Nadia Blel, quien lidera un proyecto que busca desaparecer gradualmente este mineral a partir de 2023, el asbesto ha producido más de 1.744 casos de cáncer de pulmón.
Teniendo en cuenta el peligro que representa el asbesto, algunos municipios en Boyacá como Chivatá, ya han adelantado acciones para su prohibición. A esta jurisdicción de la Provincia Centro se le podría sumar Guateque, capital de la Provincia Oriente, donde se busca decirle NO a este mineral.
Dicha propuesta está liderada por Miguel Ángel Panadero, un joven con sentido de pertenencia que ve la necesidad de que su municipio tenga una buena calidad de vida.
“Lo que se pretende hacer es que en ejercicio de la participación ciudadana se puedan reunir 1000 firmas que respalden el proyecto de acuerdo municipal a través del cual se prohíba el uso del asbesto dentro del municipio de Guateque (…) ya está el proyecto para radicarlo en la Registraduría y más o menos en quince días nos darán los formatos para empezar la recolección”, indicó Panadero.
Parte del proyecto es el resultado de una investigación que realizó Miguel Ángel en el semillero de investigación de Derecho Laboral y de la Seguridad Social de la Universidad Militar Nueva Granada, el cual fue premiado como el tercer mejor ensayo en el concurso nacional de ensayo jurídico.
Se espera que tanto fuerzas políticas como sociales respalden esta inciativa que garantizaría al municipio estar libre de este peligroso mineral.
La huella del asbesto en Boyacá
Israel Bello Vargas era un sogamoseño, quien falleció en 2017, producto de un particular tipo de cáncer producido por el asbesto; tras trabajar desde comienzos de la década del sesenta hasta el año 2005 en la empresa Acerías Paz del Río, donde según sus familiares, estuvo expuesto a los efectos de este material que resulta ser altamente cancerígeno.
En enero del mismo año, en Duitama, falleció Ana Cecilia Niño, la mujer quien junto con su esposo Daniel Pineda, venían trabajando incansablemente para que este material sea prohibido en el país.
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