Aunque después del levantamiento de algunas restricciones y medidas –como el uso del tapabocas– muchas personas empezaron a perderle el miedo al COVID-19 y a verlo como algo del pasado, epidemiólogos e infectólogos de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) afirman que es incorrecto pensar que el país se encuentra en una fase de pospandemia, y advierten que el virus sigue presente.
Por | Agencia UNAL
El profesor Carlos Arturo Álvarez, de la Facultad de Medicina, nombrado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como coordinador nacional de estudios sobre COVID-19 en Colombia, afirma que «el mundo continúa afrontando una pandemia y las condiciones para que se presente una pospandemia se deben examinar con cuidado».
Explica además que «una fase de pospandemia significaría que una gran parte del mundo ya no es susceptible al virus, ya sea porque se ha vacunado o por la inmunidad natural, es decir que cuando a una persona le da COVID-19 se recupera y no tiene riesgo de complicarse».
«Esta etapa se dará cuando no haya circulación activa del virus en diferentes continentes al mismo tiempo, pues ya no se estaría generando un alto impacto en la población».
El experto considera que «el mundo estaría entrando en una fase endémica, lo cual no significa que el virus deje de existir, sino que está presente en una forma más estable y la trasmisión no sube o baja de forma inusitada, es decir que el sistema sanitario sería capaz de controlarlo por completo».
«Es importante que seamos conscientes de que la pandemia no se ha terminado, o por lo menos que el virus no se ha ido, y por lo tanto tenemos que concentrarnos en la vacunación. Tanto las personas que no han completado esquemas como las que no han comenzado a vacunarse, deben hacerlo», indica.
Al respecto, el Ministerio de Salud y Protección Social señala que apenas el 68,9 % de la población colombiana se encuentra completamente vacunada (primera y segunda dosis), es decir 35,5 millones de personas. De igual manera, al menos 6 millones de personas se negaron a recibir la aplicación del biológico, pese al esfuerzo de la entidad por extender un plan de vacunación robusto en todo el territorio nacional, esto debido a la creencia de que la pandemia no existe.
El médico recomienda que las personas con factores de riesgo, como enfermedades de base, y los mayores 60 años se pongan las dosis de refuerzo, y que en los escenarios donde no se pueda tener una buena ventilación se mantenga el uso del tapabocas, especialmente en esta época de lluvias, cuando aumenta la circulación de virus respiratorios.
El epidemiólogo Fernando de la Hoz Restrepo, profesor de la Facultad de Medicina de la UNAL, coincide con el infectólogo Álvarez y afirma que «todavía falta mucho tiempo para que se pueda hablar de una pospandemia, ya que el que el virus sigue circulando en todo el mundo y tiene capacidad de generar nuevas mutaciones y subvariantes».
«Las nuevas mutaciones pueden generar picos de trasmisión en todo el mundo y todavía existen muchas incertidumbres sobre lo que es la inmunidad natural y la producida por las vacunas, por lo tanto no es correcto hablar de pospandemia como si el virus ya hubiera pasado».
«Para hablar de esa nueva fase se deben esperar al menos cinco años para estar seguros de que realmente el virus está en un periodo endémico, y esto solo lo determina la OMS, que es la entidad llamada a gestionar políticas de prevención y promoción de la salud en todo el mundo».
El experto destaca además que aunque todavía no se está en una etapa pospandémica, sí se tiene inmunidad poblacional producida por las vacunas y por la infección natural: «claramente la situación no es la misma de hace dos años, pero vemos que el virus se sigue trasmitiendo en diferentes contenientes. En la actualidad hay baja trasmisión en América Latina, pero es más elevada en países de Europa, en Estados Unidos, Canadá, Asia y algunos países de África, es decir que el virus sigue siendo pandémico».
En relación con los refuerzos y la posibilidad de que la población siga necesitando vacunas de manera regular, el doctor De la Hoz asegura que «la vacuna que nos hemos aplicado hasta ahora pierde su capacidad de protección contra la infección por COVID-19, probablemente por la disminución de los anticuerpos con el tiempo, pero no pierden la capacidad de proteger contra la enfermedad severa, que finalmente es lo más importante. Los refuerzos en las vacunas, se necesitarían entonces para una población específica, que presenta patologías graves, pero por ahora no sería necesario más de un segundo refuerzo».
«No hay que perder de vista que estos virus tienen habilidades para ir evolucionando y garantizar su supervivencia, hablamos de agentes vivos que también tienen su propia demografía, entonces ahora mismo no sabemos si se necesiten de más refuerzos en el futuro», concluye.