Los matices del arte y el patrimonio de cada territorio, hacen compleja la totalidad del sector cultural en el país. Un universo al que el gobierno duquista solo le ha exigido resultados monetarios, llenos de lógicas económicas amparadas en la explotación por y para el espectáculo.
Este afán por mostrar «éxitos» económicos, ha devorado la dignidad de artistas y gestores, asesores, promotores y políticos; ha mutilado lo ancestral, el rito, lo armonioso del para qué hacer arte, por una vulgar percepción de industria de entretenimiento. La cultura es una parte exclusiva para el bien de la identidad de los pueblos, los territorios, las personas como sociedad; sin embargo, este derecho fundamental, lo exponen en la ventana de la cocina como a un trapo sucio con la etiqueta que dice ¿quién da más?
Por eso, EL DIARIO presenta de forma general, cuáles son las propuestas para la cultura, de los dos candidatos presidenciales, donde ambos dejan ver la importancia de lo económico para el sector, pero con la diferencia de que uno apuesta por fortalecer la memoria y, el otro, en persistir (si es que tiene un a dónde continuar) con el proyecto de economía naranja de Iván Duque.
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Gustavo y la cultura como política de vida
Pacto por la cultura
Más allá de la fuerza que propone la palabra pacto, el proyecto cultural de Gustavo Petro es sin duda uno de los puntos sobresalientes en su lista de propuestas, pues parte de la sensibilidad y el bien común, apuntado al crecimiento económico.
El líder de la Colombia Humana manifiesta que «Reconoceremos el valor de los y las artistas como sujetos creativos y deliberativos, concertando espacios de participación con las comunidades. Fortaleceremos espacios culturales academias de artes y oficios, festivales de arte y cultura, carnavales, entre otros».
Habilitará «corredores culturales para la circulación de artistas populares lejos de la persecución y la criminalización […] El arte popular será vinculado de manera estratégica a ofertas, planes y corredores de la política de turismo cultural».
«Apoyaremos las expresiones culturales y deportivas dinamizadas por la juventud a través de las músicas populares, el hip hop y el rock, el teatro, la danza, el muralismo».
Propuestas
Estas son las propuestas, según el programa planteado del Pacto Histórico:
Mínimo cultural vital: Será el territorio donde se crean, circulen y apropien las prácticas artísticas y culturales, respetando las lógicas y dinámicas de cada contexto. Las fiestas y carnavales del patrimonio inmaterial serán para la gente. Las plazas, calles y parques serán los escenarios comunes para la libre expresión, la circulación del arte y la cultura para el encuentro de ciudadanías libres, diversas y deliberantes. El arte en la vida cotidiana de las personas será un componente indispensable para la construcción de paz. El presupuesto se ejecutará con y para la gente.
La cultura en la educación y el cuidado: El reconocimiento de las artes, las prácticas culturales y del patrimonio, existentes en las regiones, serán parte estratégica de los modelos de cuidado para la primera infancia, los adultos mayores y personas con discapacidad. El sistema educativo nacional tendrá el arte, la cultura y el patrimonio como eje estructurante de sus modelos pedagógicos en todos sus ciclos y para todos los grupos etarios desde la infancia hasta la juventud y será el núcleo junto con el deporte y la recreación de la jornada extendida.
Cultura y economía productiva: Impulsaremos un turismo no depredador articulado al arte y el patrimonio, el paisaje natural y cultural se gestionará con las comunidades que históricamente han habitado los territorios. Organizaremos modelos cooperativos para que las gastronomías locales, las prácticas culturales ancestrales y las diversas expresiones artísticas, los eventos festivos junto con los bienes patrimoniales conformen los variados repertorios turísticos de la nación. Trabajaremos por unas economías culturales solidarias, colaborativas y en red. Revitalizaremos los 46 centros históricos del país, para vincularlos al desarrollo turístico y a la memoria colectiva e histórica.
Hacia la gobernanza cultural: Impulsaremos la capacidad institucional del Estado para hacer realidad un gran diálogo nacional de las artes, la cultura y el patrimonio, asegurando la participación creativa de los actores culturales y las ciudadanías diversas en las decisiones políticas y presupuestales y en la agenda territoriales de gestión del arte, la cultura y el patrimonio que harán parte de un nuevo plan nacional de arte, cultura y patrimonio.
Garantías para la creación artística y el trabajo cultural: Construiremos el estatuto laboral para el arte y la cultura para superar la histórica precariedad de las condiciones de trabajo y de protección social. Reformularemos y potenciaremos las políticas de fomento con nuevas modalidades de convocatorias más allá de los concursos y premios que permitan que los recursos para la creación y circulación se diversifiquen garantizando la igualdad de oportunidades, comprendiendo la singularidad de nuestros territorios y sus creadores.
Rodolfo y el ‘sigamos como vamos’
«Hay que continuar con la dinámica creciente que se traía». El anterior entrecomillado es una línea que resalta en la única página de programación cultural del ingeniero.
En el hilo de Twitter realizado por Rodolfo, según él, 20 propuestas que lo diferencian del uribismo, no hay un solo trino que hable de cultura y/o lo distancie del programa cultural del Gobierno actual. Entonces, se asumirá que, el plan es seguir con la temática de Economía Naranja (el cual gran parte del sector aún no comprende [y no por falta de entendimiento, sino de una estrategia paupérrima al darla a conocer por parte del gobierno Duque] y es importantísimo, pues es en teoría el cimiento económico para sostener a artistas y gestores).
En general, la propuesta cultural que plantea el ingeniero Hernández, se basa en el golpe económico que dejó la pandemia; la empresa lo es todo, pero olvida mencionar el factor de lo humano. Más de medio documento es un resumen de noticias publicadas en portales como El Tiempo, Valora Analitik, incluso del portal de noticias del Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo.
«La economía ve en la industria cultural a un gran aportante, pero ese objetivo exige estímulos y el Estado debe asumir buena parte de ellos«. Bien. Acá tampoco deja claro, o, al menos da una pista, de cómo y de dónde saldrán esos ‘estímulos’, ni mucho menos, a quiénes llegarán finalmente.
Rodolfo habla de una evidente escasez presupuestal, pese a «algunas iniciativas públicas y privadas […] Se trata de apostar política y presupuestalmente para que la cultura sea ‘lo mejor del mundo para el mayor inversionista de lo público: el pueblo’». Si, es el pueblo el mayor inversionista, ¿cómo podrá llegar a ejercer el tercer punto de su propuesta que es «gratuidad en el ingreso a escenarios artísticos y culturales»?
Se destaca del exalcalde, la apuesta por rescatar los escenarios culturales existentes, al querer intervenirlos arquitectónicamente, «Para ello se implementará un sistema de curadores avalado por expertos reconocidos internacionalmente».
Fusionar ministerios de Medio Ambiente y Cultura
El exalcalde admirador de Hitler, como lo dijo en una entrevista, manifestó que fusionaría los dos ministerios, el de Cultura con Medio Amiente, con la idea de reducir el gasto de funcionamiento del Estado. En otras palabras, eliminará puestos de trabajo, «no es una propuesta que signifique el desarrollo del sector», escribió la Antropóloga Catalina Ceballos para el portal Cambio. Para Ceballos, la idea de la fusión, significa «la pérdida de la autonomía de cada uno de los sectores […] La fusión lo único que garantiza es el debilitamiento de la gestión ambiental y cultural. Una política cultural solo puede ser exitosa cuando tiene las herramientas, procesos y voluntad política para avanzar como sector».
Propuestas
Estas son las propuestas, según el programa planteado de Liga de Gobernante Anticorrupción:
Introducir la cultura y el arte en la cadena productiva del país a través del fomento de la industria creativa. En nuestro gobierno, los rubros de cultura y arte pasarán de estar en un último plano a ser protagonistas; por tal razón aumentaremos el presupuesto de inversión en estas áreas, para promover el nacimiento de pequeñas y grandes empresas.
Intervenir arquitectónicamente, con curaduría de arte (estética), los escenarios culturales ya existentes. Para ello se implementará un sistema de curadores avalado por expertos reconocidos internacionalmente.
Establecer la gratuidad en el ingreso a escenarios artísticos y culturales, como la red de museos, para niños y jóvenes hasta la mayoría de edad, o los 26 años en el caso de estudiantes universitarios activos.
Incentivar la pedagogía en temas culturales desde la primera infancia hasta los estudios universitarios, en un proceso que se adelantará con el fin de preservar las tradiciones orales y escritas y las costumbres ancestrales de cada una de las regiones colombianas, como una forma de conservación del patrimonio cultural y artístico.