Fue lo que hizo saber el historiador, poeta y periodista cultural, quien asegura que desde la posición donde se encuentre, dedicará sus esfuerzos para cumplir con el compromiso de llevar a Petro «a ocupar su sitio en el Palacio de los Presidentes en los próximos comicios».
«Es así como atendiendo al llamado supremo de la conciencia y poniendo de presente mi responsabilidad con todas las personas que han creído en mi palabra y depositado su confianza en mi correcto juicio, que he tomado la determinación de declinar mi aspiración a la Cámara de Representantes por la Colombia Humana – Boyacá».
Acá el comunicado:
El pasado 31 de julio, en Paipa, plenamente convencido de la coyuntura histórica que representará la candidatura del Dr. Gustavo Petro Urrego a la Presidencia de la República 2022 – 2026 y del consecuente compromiso que poseemos los ciudadanos con la democracia, como hombre libre e independiente, acepté la postulación al Congreso que inmerecidamente me ofrecieron los miembros de la Colombia Humana – Tunja, quienes me expresaron sentirse identificados con la trayectoria de mi vida y los ideales progresistas que desde muy joven, he profesado a partir de esa orilla del pensamiento.
Decidí entonces hacer parte de ese proyecto programático y rodear a nuestro precandidato a la primera jefatura del Estado en el Pacto Histórico por su coherencia al interpretar con claridad la realidad social de los colombianos, porque creo en la urgente necesidad de hacer un pacto entre todos, por la vida digna y la justicia social.
Más ahora, cuando las bases hemos alcanzado a divisar por fin la cumbre y una tormenta de intereses particulares y oportunismos de todo orden intentan oscurecer el panorama y apoderarse del proceso; considero que la única posibilidad para salvar una curul de los boyacenses en ese cuerpo legislativo es la unidad. Pero la unidad que sucede a la ética y entronca sus raíces entorno al bienestar de las comunidades en sus territorios, la unidad que camina por las calles y en la plaza pública manifiesta sinceramente sus intenciones. No la unidad rampante de los mismos de siempre, la unidad cómplice y soterrada de los manzanillos.
Aunque la inestabilidad jurídica impuesta a la Colombia Humana, deje a la deriva a sus miembros en una especie de diáspora política al interior de diferentes partidos y movimientos sociales, a ellos los podemos reconocer en sus actos, porque el
pensamiento reflexivo y la lealtad se hacen evidentes, especialmente en las pequeñas cosas, en la transparencia en el servicio público, la educación y la cultura.
Es así como atendiendo al llamado supremo de la conciencia y poniendo de presente mi responsabilidad con todas las personas que han creído en mi palabra y depositado su confianza en mi correcto juicio, que he tomado la determinación de declinar mi aspiración a la Cámara de Representantes por la Colombia Humana – Boyacá, dejando de lado cualquier tipo de interés distinto a la prosperidad de las inmensas mayorías de olvidados y silenciados, hombres y mujeres que merecen tener una posibilidad de mejorar su calidad de vida y aunque sobra decirlo; mis “electores”, poseen la capacidad y son libres de elegir entre el amplio abanico de posibilidades, al candidato que mejor interprete sus necesidades e inconformismos.
Ningún político que se precie de serlo, debe creer que tiene otro voto aparte del suyo mismo porque los votos son libres y orresponden a la voluntad de los individuos, pero sí puede salir a conquistarlos en la provincia con la convicción de su discurso.
Ardua tarea les queda a mis excompañeros aspirantes a favor de la transparencia en la organización y de la unidad de los simpatizantes del movimiento alrededor de una única candidatura, promover en su agenda legislativa las reformas: educativa,
agraria, laboral y de la salud.
Asimismo, activar los mecanismos necesarios para ejercer una veeduría efectiva a la destinación de los recursos públicos y ojalá, -me complacería mucho-, que asumieran también el compromiso de donar el 50% del salario de congresista para fines sociales mientras trabajan por reducir los salarios y hacer menos atractivos los cargos de elección popular para que quienes aspiren en el futuro, lo hagan por vocación de servicio y no con el ánimo de lucrarse.
Yo, por ahora, agradezco su apoyo y me hago a un costado, no sin dejar en claro que, desde la posición donde me encuentre, dedicaré mis modestos esfuerzos y hasta la última pulsión de mis energías para cumplir con el compromiso de llevar al Dr. Petro a ocupar su sitio en el Palacio de los Presidentes en los próximos comicios.
Atentamente
Jhonathan Leonel Sánchez Becerra / Historiador, poeta y periodista cultural.
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Con copia a los delegados departamentales de Colombia Humana – Boyacá, Colombia Humana – Tunja y a los precandidatos a la Cámara de Representantes
En donde está la juventud, que postergada por centurias y convertida en resistencia civil, reclama por su derecho a existir con dignidad, educación gratuita y oportunidades tangibles, sale a la plaza pública a ratificar su momento , su oportunidad luchada y conseguida para irrumpir como fuerza ética en medio de la corrupta degradación de los principios de igualdad y humanidad, que reemplaza a la politiquero traición al elector con promesas, que luego convierte en intereses personales.
Esa juventud debe ser apoyada y promovida por la renovación ética nacional , con recursos y unión de voluntades por el cambio.
El nuevo paradigma debe ser desde lo productivo, generando riqueza con el trabajo honrado y desde lo ambiental , aplicando el desarrollo de proyectos con energías limpias que preserven el ecosistema. La juventud tiene el apoyo y la palabra, para encabezar el cambio social. !!NO MAS NARCOESTADO!!