El declarado cese de actividades por parte de un grupo de estudiantes parece más un interés malsano por pescar en río revuelto, que una causa con sustento y peso, pues a lo largo de la pandemia la universidad ha venido demostrando su interés por apoyar a todos los estudiantes para que puedan continuar con sus estudios.
A pesar de que desde mediados de la semana pasada un grupo de estudiantes viene promoviendo el cese de actividades en la UPTC, la iniciativa no ha logrado la acogida deseada entre toda la comunidad estudiantil, pues gran parte del estudiantado es consciente de la voluntad y los esfuerzos que viene realizando la universidad por garantizar la continuidad académica de sus estudiantes sin afectar la calidad de la misma.
Dichos esfuerzos no son un asunto menor, pues la UPTC como casi todos los estamentos de la sociedad se ha visto perjudicada con la pandemia del COVID-19. “La UPTC necesitaba alrededor de 320.000 millones para garantizar su funcionamiento en 2020. De este monto recibió sólo la mitad por parte del Gobierno Nacional (giros del Mineducación) y la otra,
debe cubrirla la propia Universidad para atender sus obligaciones como: salarios de docentes y funcionarios, horas catedra, contratación, recursos tecnológicos, Investigación, infraestructuras, prácticas, bienestar, entre otros. La crisis del COVID-19 llevó a establecer un plan de contingencia para redistribuir recursos y cubrir múltiples necesidades”, explican desde la Vicerrectoria Administrativa y financiera de la UPTC.
E insiste la universidad en que no hay motivos para un cese de actividades, promovido por un grupo cuyo interés es el desprestigio hacia todo intento hecho desde la misma universidad por garantizar la continuidad y la calidad académica.
“No hay razones que justifiquen hoy un cese de actividades, situación por la cual el Rector, Directivas, Decanos y Directores de Escuela, hacen un llamado a mantener la actividad académica prevista para desarrollar el semestre, pero a la vez, sostener todos los canales de diálogo abiertos, con dependencias y funcionarios docentes y no docentes dispuestos a dar explicaciones; al igual que a promover en las facultades y programas reuniones
informativas, de análisis, debate, y construcción colectiva de la universidad, para que esta
le ratifique al país que es una de las mejores acreditada por sus estándares de alta calidad,
con insuperables acumulados históricos e impactos en el desarrollo gracias a sus
conocimientos, experiencias científicas, y culturales y a su responsabilidad con la sociedad
en la que toman decisiones miles de egresados, investigadores, docentes, que con su
ejemplo de respeto, ética, y gratitud por la institución demuestran que son upetecistas, seres humanos integrales e idóneos en sus campos de formación y desarrollo laboral”, indican desde la universidad por medio de un comunicado.
Y así como este grupo promotor del cese de actividades ha buscado consolidar en el imaginario común la idea de que la universidad se ha negado a presentar cuentas y a explicar el manejo de los recursos durante el presenten año, las directivas de la universidad han explicado los presupuestos de la actual vigencia y la forma como los han ido ejecutando.
“El inicio del segundo semestre, estuvo marcado por la demanda fundamental de los estudiantes por matricula cero, que la institución comparte y va más allá en su compromiso por promover la gratuidad de la educación pública con financiación plena de recursos aportados por la Nación, que es la única posibilidad real de que esto ocurra. En el compromiso de apoyo a la matrícula, la Universidad dispuso de ajustes a su presupuesto, destinando de sus propios recursos, más de $3.200 millones de pesos para beneficio de la matrícula de sus estudiantes de pregrado, más entrega de becas; y para estudiantes de posgrado, descuentos del 10% en matrículas y otras exenciones. Los montos dispuestos por la UPTC, como es fácilmente demostrable, superan ampliamente al de la mayoría de universidades. Los recursos por más de $4.600 millones de pesos allegados por el gobierno para este fin, venían orientados estrictamente a beneficiar los estratos 1 y 2, que superan el 80% de la población universitaria. La prioridad y esfuerzos han estado puestos en alcanzar la totalidad de los estudiantes con matrícula cero o al menos ofrecer beneficios, pero los recursos siempre insuficientes, en el marco de universidades publicas hace tiempo desfinanciadas en más de 14 billones, motivaron otras acciones de búsqueda colectiva con abierta participación de representantes estudiantiles. El Gobierno Departamental, en un máximo y generoso esfuerzo, aportó $3.000 millones de pesos,
algunas alcaldías han apoyado la iniciativa y continúan sumando recursos a esta causa, que aún no se han consolidado del todo, por los trámites de los convenios interadministrativos entre estas y la Universidad, que actualmente se adelantan. Finalmente, la campaña ‘Manos Unidas’, de esfuerzo colectivo con estudiantes y funcionarios, permitió recaudar un poco más de $147 millones de pesos”.
Tanto ha sido el esfuerzo que se logró el 100% de cobertura de matrícula de estudiantes de estratos 1 y 2, que componen el 80% del estudiantado; así como ofrecer algunos beneficios a los estudiantes de estratos 3, 4 y 5.
También ha de destacarse el esfuerzo hecho desde la universidad por mantener la totalidad de puestos de trabajo, con condiciones laborales acordes a la calidad académica por la que destaca la institución. Además del sostenimiento de contratos de funcionarios, pagos de horas cátedra a docentes internos y externos, pago a acreedores, se logró igualmente el ascenso en el escalafón de más de 30 docentes.
Otra de las problemáticas sobre las cuales se ha buscado justificar un cese de actividades es la falta de dispositivos de parte de algunos estudiantes para poder cumplir con sus deberes académicos. Sin embargo, la UPTC ha mostrado un loable compromiso para solucionar esta situación, llegando a entregar más de 2.700 computadores, 6.000 planes de datos, lo que requirió una inversión superior a los 5.900 millones de pesos.