Por | Representante a la Cámara Pedro Suárez Vacca
Hoy, en el día del maestro, es momento de reconocer la gran labor de aquellos que día a día, deciden apostar por un futuro mejor para nuestro país. Gracias a las maestras y maestros que han luchado por la dignificación de los derechos de toda la sociedad.
Así pues, en esta fecha tan significativa, no puedo evitar reflexionar sobre el legado de mis padres, quienes con su incansable labor en defensa de los derechos de las maestras y maestros, me mostraron la nobleza de esta profesión. Esta, pese a contribuir de manera invaluable al futuro de nuestro país, es a menudo ignorada y en ocasiones injustamente atacada.
Gracias a la labor de mis padres, desde temprana edad comprendí la importancia de una educación pública de calidad, capaz de moldear no sólo mentes brillantes, sino también ciudadanos comprometidos con la justicia y la paz. Hoy, mi gratitud eterna hacia ellos se une al reconocimiento hacia todos las maestras y maestros que con su dedicación, resisten los desafíos de una sociedad que a veces olvida su invaluable labor.
Mi experiencia como maestro ha fortalecido mi admiración por esta tarea. Durante más de 12 años, he contribuido a formar profesionales comprometidos con la paz, la justicia y la defensa de los derechos humanos. Durante este tiempo he entendido el potencial sin límites que tiene nuestra juventud, por lo que, sin importar su raza, estrato o género, es crucial garantizarles acceso al conocimiento y que así puedan desarrollar plenamente sus capacidades.
Hoy elevemos nuestras voces en agradecimiento a quienes dedican su vida a la noble tarea de enseñar. Recordemos que la lucha docente es la lucha por los derechos de todas y todos.
Son ellos quienes construyen los pilares de un futuro prometedor para las generaciones venideras, por lo que cada año, durante el día del maestro, renuevo mi compromiso de seguir con el legado de mis padres y trabajar incansablemente por la educación en nuestro país, en la lucha por condiciones de trabajo dignas que nos permita construir, como sociedad, a Colombia como ¡Potencia Mundial de la Vida!
¡Gracias maestras y maestros por su persistencia y su lucha, por enseñarnos el valor que tiene la educación!