Este sector del departamento de Boyacá, cuenta una nutrida ruta gastronómica, donde en cada uno de los municipios se dispone de lo mejor de la cocina tradicional, elaborada con productos de la región.
El suroriente boyacense está conformado por dos provincias Oriente y Neira, las cuales poseen una gran riqueza natural y un óptimo desarrollo agrícola y pecuario, haciendo de este territorio una potencia turística y gastronomía de Boyacá.
Iniciando la ruta gastronómica, en primer punto es Guateque, capital de Oriente, un municipio donde la tradicionalidad y sus costumbres no han quedado en el olvido y esto ha se plasma en su gastronomía; amasijos, carne al caldero, tamales, y otras delicias se pueden encontrar a diario en sus sitios de comida, restaurantes y los popularmente llamados ‘piqueteaderos’, lugares donde se pueden degustar también símbolos culinarios como la fritanga, el cuchuco de trigo y el chicarrón cocho.
Otra de las poblaciones que se caracteriza por su riqueza gastronómica, es Guayatá, la tierra del café y la arepa, una jurisdicción que cuenta con diversos restaurantes que ofrecen un menú el cual está conformado por la más típico de la región; carne asada, pollo criollo, entre otros. En panadería se destaca la tradicional y exquisita mogolla guayatuna, quien tiene un monumento en el parque principal.
La siguiente parada es el municipio de Somondoco, que se caracteriza por sus deliciosos postres y refrescantes helados, elaborados de fruta natural, cultivada en los campos de la población, también resalta el chicharrón de cuajada con dulce de miel que hace sentir los mayores placeres en el paladar. Así mismo, como no disfrutar de un cocido con frijol verde, carne de cerdo o gallina, acompañado de arroz cocinado en leña con yuca y plátano.
Continuando con el recorrido gastronómico, la Provincia Neira ofrece diversos platos típicos, empezando por su capital Garagoa ‘La Sultana del Valle de Tenza’, como es llamada popularmente, en este municipio es tradicional la gallina sudada, acompañada de arepa, yuca, papa y plátano y los amasijos como el sagú, el pandeyuca y el pan de maíz. También se puede disfrutar de la culinaria típica y nacional en los restaurantes gourmet que tiene esta población. Por otro lado, cuenta con salones de onces para disfrutar ricos helados, café de la zona, postres como; leche asada, tres leches, maracuyá, brazo de reina, entre otros.
El próximo destino de este sector del departamento es Chinavita, una población a media hora de Garagoa, aunque su casco urbano es pequeño, cuenta con una importante extensión rural, que la hace rica en producción agrícola y pecuaria. Allí se puede apreciar platos típicos como el sudado de carne y alverja, fritanga, entre otros.
Después del pueblo chinavitense, sigue Pachavita, el cual posee un clima templado ideal para la siembra de productos como tomate, pepino, frijol, yuca, entre otros. En este lugar se pueden degustar platos tradicionales hechos por las familias campesinas del sector, aprovechando sus maravillosos productos cultivados en sus campos.
Después de deleitarse con los alimentos frescos y de buena calidad de Pachavita, sigue Santa María, que se caracteriza por su clima húmedo y tropical, ubicado en medio de dos imponentes cerros y en cercanía del Embalse La Esmeralda, este territorio es ideal como punto turístico, sus balnearios y restaurantes hacen que la estadía sea placentera y cómoda. Sus principales productos gastronómicos son a base de pollo, res y cerdo, en sus diferentes cocciones asado, al caldero y sudado, los cuales tienen como guarniciones a tubérculos como la papa, arracacha, yuca, entre otros.
La última parada es el municipio de san Luis de Gaceno, en el pie de monto llanero, su excelente clima cálido, hace de este territorio potencia en producción de ganado bovino, de cual se derivan productos como quesos, cuajadas, que son utilizados en la elaboración de embueltos, arepas y postres. Su principal plato típico es la carne a la llanera, cocinada a fuego lento y en chuzos como tradicionalmente se hace en los departamentos de los llanos orientales, este majar es un deleite para paladares de propios y visitantes.
Esta región del Valle de Tenza, es un territorio hermoso, con gente amable y solidaria, sus paisajes y cartografía lo hacen un punto turístico formidable. Es por esas características que sus municipios son arduos productores agrícolas, por ende, ofrecen productos gastronómicos deliciosos y de alta calidad.
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