El exgobernador Carlos Andrés Amaya Rodríguez se pronunció sobre la coyuntura actual de la UPTC e invitó a quienes creen en los procesos que ha liderado a no caer en confrontaciones. Aquí su carta abierta a la comunidad Upetecista.
A propósito de los últimos hechos que se han suscitado por la coyuntura que atraviesa la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, UPTC, por el cambio de rector, donde por estos días se pudo observar una pancarta en contra del exgobernador en el puente de la avenida norte por donde se accede a la Institución de Educación Superior, entre otros sucesos que él mismo anuncia denunciará, se manifiesta a través de carta abierta a la comunidad Upetecista y también lo hizo en su cuenta de Twitter, donde se defiende de los señalamientos por tener supuesta injerencia en la designación de Enrique Vera (vea el video completo en Twitter:
“En muchos casos he preferido guardar silencio. He entendido que, cuando tomé la decisión de hacer política, adquirí responsabilidades mayores, una de ellas: cuidar que no se mezcle el activismo estudiantil con el político. Mientras fui líder estudiantil siempre impulsé la idea de que los líderes estudiantiles defendiéramos una agenda gremial y no política”, comienza diciendo el líder del partido Verde en Boyacá.
Continúa explicando que, “es posible que esa declaración de principios se haya transformado en un error táctico, porque tomar distancia de los procesos estudiantiles y de la agenda interna de la UPTC permitió que se construyan algunas narrativas con clara alineación política desde algunas organizaciones estudiantiles. Narrativas que solo buscan destruir el proceso que hemos venido liderando a nivel departamental y nacional. A nivel departamental, con mucho éxito en los últimos años; y a nivel nacional, con grandes logros y éxitos en la contienda electoral más importante del país”.
Y sustenta el porqué de la carta que allega a medios de comunicación, “sin embargo, a propósito de la cascada de calumnias de las últimas semanas, es preciso dirigirme de la manera más respetuosa, principalmente a los estudiantes, profesores y trabajadores; pero también a los egresados. Creo que el debate se debe nutrir con argumentos para superar la injuria y la mentira”.
Estos son los tres son los mensajes que define por escrito y que comenta quiere compartir hoy, “tres simples ideas en las que creo profundamente, que han marcado mi derrotero como líder político y que seguiré defendiendo”.
Aquí textualmente lo que enuncia en la carta:
“1. Creo en la educación como motor de cambio social, pero no en cualquier tipo de educación. Con frecuencia se afirma que la educación es una especie de fórmula mágica para el cambio, para nosotros esa afirmación no es suficiente. Hace falta entender el contexto y las aspiraciones generacionales y también regionales, comprender que los sistemas educativos cambian con los tiempos (como las sociedades) y que parte del trabajo de los dirigentes consiste canalizar esos cambios de la forma más eficiente.
Por dar un solo ejemplo, en 2018 las banderas de la rebaja de matrículas las lideramos a propósito de un fallo del Tribunal Administrativo de Boyacá, momento en el que se generó un movimiento estudiantil que logró que el Consejo Superior (CSU) volviera a discutir el tema. En ese momento, en contra de la derecha que tenía una fuerte incidencia en dicho órgano universitario, logramos materializar unas mayorías que permitieron por fin aprobar la rebaja al valor de las matrículas, la lucha en el CSU fue un trabajo técnico, pero también político. Sin embargo, hay quienes hoy dicen que esa decisión va a quebrar las finanzas de la UPTC, eso es falso. Pero sostengo que el debate en torno a este tema debe darse con cifras, con argumentos y con seriedad.
Por otro lado, el actual presidente de la Comisión VI de la Cámara, Jaime Raúl Salamanca, acompañado del representante Wilmer Castellanos y la senadora Carolina Espitia, quienes integran las comisiones económicas y hacen parte de nuestro proceso, están trabajando para que los recursos que la UPTC dejó de recibir por matrículas y que ha permitido que muchos estudiantes provenientes de familias humildes puedan estudiar, sean incorporados a la base presupuestal de la universidad.
Recursos que serán adicionales a los más de 40 mil millones que ya se incorporaron a la base presupuestal de la UPTC, gracias al paro universitario nacional de 2018. También es bueno recordar que, en nuestro paso por el Congreso de la República, logramos que en el impuesto CREE se aprobaran 1.2 billones de pesos para infraestructura de las universidades públicas del país, de los cuales le correspondieron a la UPTC la suma de $31.857 millones, permitiendo que se haga nueva Infraestructura educativa. Prácticamente TODA la nueva infraestructura educativa en la universidad se ha dado producto de la gestión que ha venido haciendo nuestro proceso político desde el Congreso de la República y desde la Gobernación de Boyacá, muestra de ello es la Sede Universitaria en Puerto Boyacá con una inversión de $ 12.934 millones, la creación de un I-Spacio en Sogamoso para la CTeI por valor de $ 2.618 millones, y por supuesto, en medio de pandemia, el Laboratorio de Biología Molecular con una inversión de $ 2.366 millones.
Además, dos obras muy importantes que están empezando ejecución: el edificio de laboratorios de Ingeniería en el cual la inversión asciende a $ 25.721 millones de pesos; y la sede universitaria en Soatá, en donde se destinaron ya $ 6.703 millones, y que hace parte de nuestras apuestas en términos de regionalización.
A partir de la creación del Fondo de Regionalización de la Educación Superior en el año 2018, se han invertido más de $ 6.000 millones en programas ejemplares para el país como lo es el Año 0, que permite el ingreso efectivo de los jóvenes con mejores ICFES de los municipios más alejados a la UPTC, modelo que complementó el primer programa de Becas Jhon Alexander Pérez, pero sobre todo, en época de COVID, con este fondo de la Gobernación de Boyacá, se financió la Matrícula 0 de miles de estudiantes, invirtiendo $5 mil millones de pesos en los años 2020 y 2021.
Además, se han destinado en los últimos años considerables recursos de Ciencia, Tecnología e Innovación para fortalecer los grupos de investigación de la universidad; más de 100 grupos de investigación han participado en sendas convocatorias para temas biológicos, ambientales, agro, sociales y en términos de extensión el trabajo articulado con facultades como la de educación e ingeniería, hemos logrado poner al servicio de la gente y del territorio, el conocimiento que se construye y se perfila en las aulas de la UPTC.
Por último, con respecto a la visión del modelo de educación en el que creo, ¿se han preguntado la razón por la cual JAMÁS se han vuelto a convocar sesiones ampliadas del Consejo Superior? Es decir, ¿se ha vuelto a reunir el Consejo Superior en el auditorio del Fausto para atender directamente las solicitudes de estudiantes, trabajadores y maestros?
Me parece que muchas de las inquietudes que tiene la comunidad universitaria se pueden resolver en una sola reunión ampliada del Consejo Superior, solo una. Durante mi paso por el CSU de la UPTC, siendo gobernador, en 1 solo semestre hicimos 12 sesiones ampliadas, seguramente habrá quien lo recuerde.
- Creo que la UPTC será la mejor universidad pública de Colombia. La mejor, no solamente en los indicadores sintéticos de calidad, también en el reconocimiento del sector productivo y especialmente por la apropiación de los hogares populares y las familias colombianas. Esta afirmación no es aspiracional, creo que es cuestión de tiempo. Conozco el compromiso de los maestros, de los directivos, sabemos que la comunidad estudiantil de la UPTC reúne características que impulsan la integración con el sector productivo y que fortalecen las redes de apoyo con las organizaciones sociales. El ADN de la UPTC se encuentra en TODAS las instituciones públicas del departamento y en muchas del nivel nacional; cuenta con un campus universitario moderno, una nómina docente con altísimos niveles de formación. Es cuestión de tiempo para que la UPTC sea la mejor universidad
pública de Colombia.
Pero soy consciente del déficit de participación y diálogo que existe al interior de la universidad, situación que refleja una realidad nacional. De nuevo, la clave consiste en saber gestionar de la forma más eficiente los distintos puntos de vista. Yo me anticipo a decir que cuando los estudiantes y los maestros reclaman participación en la toma de decisiones, la única respuesta lógica es ‘más democracia’.
Nuestro trabajo político siempre ha estado guiado por la coherencia con las posturas y tesis que desde el movimiento estudiantil empezamos a enarbolar, hace décadas. Y siempre hemos tenido una férrea oposición de los sectores de extrema izquierda y de extrema derecha. Siempre hemos sido objeto de sus ataques, con la diferencia de que en la época del movimiento estudiantil podíamos controvertirlos en las asambleas. Hoy parece que la posición que tomé de no mezclar la política con el debate interno universitario les ha cerrado los espacios a los estudiantes que creen en nuestro proceso, estudiantes a quienes no les es posible controvertir públicamente las mentiras e injurias que durante tanto tiempo
se han venido propagando.
Mi mensaje para ellos es simple: ustedes hacen parte de una de las mejores universidades de Colombia. Antes que ustedes existieron varias generaciones a las que les toco luchar por el acceso a temas tan simples como un almuerzo, una biblioteca decente, tener voceros en los consejos, practicas académicas, buses, rebajas en las matrículas, entre otros beneficios justos. Siéntanse orgullos de eso, hay un enorme legado que sobrepasa las individualidades. Pero al mismo tiempo defiendan sus principios, no ser de izquierdas ni de derechas, no los convierte en “tontos”, ni los haces menos audaces, desde mi punto de vista es todo lo contrario. Los invito a que analicen los hechos y no las ideologías, traten de hacer un esfuerzo real por comprender los problemas que son aparentemente “obvios”,
¡DEFIENDAN SUS PRINCIPIOS!
- El ingreso de nuestro proceso político al debate electoral: existen otros procesos de izquierda y de derecha que han estado intentando desde la UPTC tener escenarios de participación. Son muy conocidos los casos de organizaciones que desde la izquierda han querido llegar a concejos o asambleas y nunca han logrado tener un espacio. ¿Lograr espacios, con mucho trabajo como lo hemos hecho nosotros, nos veta para debatir y participar?
Nosotros siempre hemos sido coherentes. Frente al debate actual, tengo que decir, como lo he hecho en privado y en público, que no intervenimos en el proceso de elección del rector. Nuestra postura fue no intervenir en las consultas. Fue la solicitud que le hice a mi equipo y a nuestro grupo de trabajo más cercano. Y fue la posición que asumió la mayoría de dicho equipo. Felicito la posición que asumió un importante número de miembros del Consejo Superior de respetar el resultado mayoritario de las consultas y respaldar a quien resultó ganador.
Para mi está clarísimo: quien conozca a los docentes y administrativos de una universidad sabe que ellos no dejarían orientar su voto por ningún proceso político. Entre otras cosas, es un irrespeto grande para con ellos insinuar que pueden ser movidos por intereses políticos o económicos hacia las urnas.
Ahora bien, existe una contradicción entre quienes dicen que yo NO PUEDO tener ninguna injerencia ni opinar sobre temas de la UPTC; se contradicen porque ellos sí hicieron campaña a la rectoría abiertamente. Hablo de sectores políticos, algunos muy afines al Gobierno nacional. Es curioso también que terminaron aliados sectores políticos antes irreconciliables, como el uribismo y el petrismo, para impulsar candidaturas con el propósito de, como ellos mismos lo decían en algunos escenarios, derrotar al proceso político que tengo la fortuna de liderar.
Con respecto al profesor Enrique Vera, es de conocimiento público que nunca ha tenido participación en ningún escenario político. Es un hombre académico, que se ha destacado por el impulso a la investigación y que ha tenido mucho que ver con el éxito de la universidad en los rankings de investigación en donde siempre sale muy bien calificada.
Finalmente, desde donde estemos, vamos a trabajar para fortalecer la UPTC como siempre lo hemos hecho: respetando la autonomía de la universidad y los procesos internos. No guardaré silencio, no me van a intimidar y no permitiré que las mentiras y las injurias sigan haciendo curso. Estoy listo para debatir estas y otras ideas en el escenario al que me inviten. Con el profundo respeto y cariño que siempre he sentido por nuestra gloriosa UPTC,
Carlos Amaya
Orgullosamente egresado de la UPTC”.