Los equipos de fútbol que representan a Boyacá son ‘mágicos’

Aquí un recuerdo de Patriotas Boyacá en Copa Sudamericana en el 2017. Foto: Archivo / UACP / Gobernación de Boyacá.
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¡Qué emoción! Viene a Tunja en estos días Nacional y vinieron recientemente Millos y Santa Fe; claro, prima la taquilla, así el escenario se llene con el color contrario; ¿Acaso genera la misma pasión un Patriotas o un Boyacá Chicó? La verdad, la respuesta sigue por la misma línea, desde hace años, infortunadamente, es un «no señor».

Por | Gonzalo J. Bohórquez
En X | @GChalito

Por eso relaciono en el titular esa palabra que tanto usa en sus transmisiones el famoso relator del fútbol colombiano, Eduardo Luis, sobre estos dos oncenos que representan al balompié en la región, y es que son ‘mágicos’: «nada por aquí, nada por allá» (como él dice).

Digo que ‘representan’ ya que, para mí, y es mi opinión (importante que se comprenda muy bien, es eso, nada más), solo uno de estos combinados es verdaderamente de Boyacá.

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El otro, así como llegó, algún día… no sé. Bastante han ‘amenazado’ en otras épocas con irse, obviamente ‘amagos’ que dejan ver sus intereses de por medio, y el asunto es que no se ve mejora. Pienso que, para pedir, hay que dar, o demostrar en este caso.

¿Cómo enamorarte de equipos así? ¿Así cómo? Sin afición (con el respeto de sus simpatizantes que son pocos y que ojalá algún día eso cambie y sean miles de hinchas reales, no ‘hinchistas’ – como yo les llamo – que tanto mal le hacen al fútbol), sin grandes nóminas (aunque está demostrado que no es ciento por ciento infalible), sin resultados, sin ese ‘algo’ que te haga sentir pertenencia, sin buena presencia de boyacenses (en nóminas titulares, cuerpo técnico e incluso administrativamente); desde ahí, me parece importante, que se dé la oportunidad. Así toque comenzar de cero, que tanto me discuten mis amigos «que no aguanta», y pienso con sinceridad, que cuál sería el miedo. No estamos ni aquí ni allá.

Apenas con regresos no tan distantes de la B (el ‘Ajedrezado’ en 2023 y los ‘Rojiverdes’ en este 2024), y que actualmente ‘residen’ en los últimos lugares de la A (Chicó en el puesto 18 y Patriotas en el 20, tabla consultada este jueves 7 de marzo), como quien dice con un pie otra vez en el descenso (que aspiramos se alejen de ese denominado ‘fantasma’); entonces, ¿por qué no apostarle a lo nuestro? ¿Por qué no tener más paisanos en la profesional? Obviamente, tendrá que existir un buen apoyo con jugadores de experiencia y qué falta que hace un par de buenos nombres. Ya trajeron uno, esperamos que rinda frutos, pues normalmente ya llegan medio quemados.

Miren lo que está haciendo el Real Cartagena, llevarse a Teo (según los especialistas un combo que promete y que sigue llenándose de los mejores fichajes y que volvió realidad la llegada de Gutiérrez por el esfuerzo entre Gobernación y Alcaldía según la prensa de por allí), y que entre otras es bastante complejo ver ‘cracks’ como él, como Marrugo, en el Torneo (ellos dos en el mismo Real). Duro, pues soy fiel creyente de lo que todavía tienen por dar, que sin demeritar el nivel que se observa allá que a veces tiene más intensidad (en la B) están llamados a destacar en equipos de jerarquía (en la máxima categoría, porque también los hay en deuda por volver, como el Cúcuta, por ejemplo).

Y esto va más allá de cómo se juegue al fútbol. Está más que visto lo irregular de la Liga colombiana, que en un par de partidos puedes llegar incluso a la cima. Y al otro día en la mitad, dos partidos después en el último lugar y así mismo, de buenas a primeras, resultar con el título (con cierta regularidad eso sí, porque perder es perder y ahí sí para el fondo). Y si no miremos el reciente ‘colado’ campeón. Qué pena con los amantes del Junior, pero esa estrella era para Tolima o Medellín (este último que increíblemente dejó escapar una oportunidad de oro después de tanto tiempo).

Es muy triste, lo digo a pesar de ser un fervoroso hincha del ‘Albiazul’, ver el estadio La Independencia de la capital del departamento vestido de azul y blanco, o de rojo, pero el rojo de la capital colombiana, o el del Valle, o de donde sea, el color que sea, verde, amarillo desteñido (feísimo para mi gusto, el ajuar de visita del ‘pijao’ que también estuvo el pasado viernes en territorio tunjano), blanco, cualquiera, menos el del local de turno.

Sin aspirar demasiado, ¿cuándo de nuevo una Sudamericana? Qué bonito fue eso (por allá en el 2017), daban ganas de cambiar de equipo (además que trajeron a uno de mis ídolos, a ‘Rafa’ Robayo, a quien nunca imaginé ver por estas tierras). Y si algún día prosperara el tema, créanme, uno lo puede llegar a pensar; aunque, no soy amigo de ello. De hecho, bastante le refuté a mis paisanos amantes de ‘la mechita’ que abandonaron al América cuando descendió y en su retorno los volví a ver con la camiseta y ahí sí, otra vez, muy ‘querendones’ y de muchos amores. Uno es o no es.

Eso de una representación internacional sería cheverísimo. Para ser más sincero, me gustaría ver a Patriotas Boyacá como el campeón de la Liga y de ahí lo que venga. Un par de estrellas en esa camiseta, eso sería estupendo.

Quiero hacer el siguiente paralelo con una comedia clásica del cine (me parece que lo es) que reunió a dos de mis actores favoritos, Jennifer Garner y Mark Ruffalo (Si tuviera 30), en la escena en la que Jenna presenta su nueva propuesta ante su jefe y compañeros de la revista:

“Dejémonos de equipos convencionales y mercantiles, quiénes son esos jugadores (no todos), yo ni siquiera los conozco. Yo quiero ver a mi amigo del alma, a mi sobrino, al esposo de mi hermana (él no juega, solo para que aguante la comparación con la película) … a mis vecinos, a los que salen del barrio. Gente real que quiere salir adelante…”.

Ya sé, es una historia ‘romántica’; sin embargo, creo que eso movería más a las personas, sentirse más cerca de los equipos (que los oriundos de uno y/o varios de nuestros 123 municipios predominen y desde ese punto armar lo que sea).

Por otra parte, que conseguir una boleta o entrada (como prefieran llamarle) no te ponga a sacrificarte una o un par de semanas para poder ir a un partido; los precios, se ha dicho varias veces (no lo expreso solo yo, lo he escuchado a varios seguidores y colegas que cubren fútbol profesional), no están acorde con el bolsillo de los boyacenses. En serio.

Muy interesante, además, sería que tuviéramos acciones de respeto por “la tierrita”, muchos dirán que no tiene nada que ver, que estoy fuera de base, pero lo pongo en la mesa, como lo es el hecho de aprenderse el Himno de Boyacá; aunque, eso pasa en todos lados. Tanto extranjero y tanto deportista de otras partes, que uno no los ve ni siquiera entonar los acordes que identifican el terruño.

Es cuestión de respeto. Una anécdota para lo que les comento: cuando tuve la oportunidad de trabajar en Santander lo primero que me aprendí fue eso, gracias al consejo de alguien que comprende muy bien esta esencia, y me dijo: es un ‘detallazo’ que lo hagas y te hará sentir en casa. Y pues si estás devengando el sustento en suelo ajeno, bueno, es eso. Un detalle.

Y me atreveré a opinar más: no es poner a un paisa o foráneo a usar nuestro hermoso ‘sumercé’ en un video, ni forzar su uso entre textos. Sé que no es nada fácil el tema de manejar redes sociales y desarrollar una campaña, pero a mí no me gustó para nada… imagínense un futbolista paisano (nuestro acento, como el de ellos, no miente) en un equipo como el ‘Verdolaga’ diciendo: “Eh, Ave María pues, nos vemos en el Atanasio” … Mmm, deje así.

Hay infinidad de puntos por hablar y analizar. Mientras tanto, el tiempo pasa y el campeonato más rápido todavía. Ya vamos en la décima fecha.

Aquí con Yorely Rincón cuando nos ilusionábamos con un buen equipo de fútbol profesional femenino. Foto: archivo particular.

Tampoco me parece que sea cuestión de técnicos, pues los cambian como cambiarse de ropa. Sí, es indispensable ganar como ya lo dijimos, pero un proceso truncado es casi que un fracaso seguro.

El día en que veamos algo distinto prometo ir seguido al estadio y como lo hice cuando trabajé para Patriotas Boyacá (aquí otra corta historia con una confesión), estaría dispuesto a guardar la camiseta de Millos por un tiempo. O por lo menos a rotarla. Mis parceros más cercanos pueden dar fe de ello. Trabajar allí me hizo darme cuenta de esto y fuera de todo alguien me lo hizo saber así de fácil: ‘Chalito’, con todo respeto (y sabemos bien qué significa eso), te queda mal venir a jugar con el uniforme de tu equipo adorado cuando ahora estás en otro y más de aquí… ¿Cómo discutir eso?

Para finalizar otro aspecto que nos hace falta: los equipos femeninos. Solo hemos tenido (si me equivoco que alguien me corrija por favor) unos tímidos intentos, inclusive en los que tuvieron que jugar en Yopal, que eso, no sé cómo les sonó a muchos, me pareció terrible; menos sabré si podamos sacar Catas, Lindas, Manuelas… lo que sé es que tenemos infinidad de talento y que ahora mismo están dando de qué hablar, sin ir tan lejos y así como lo más reciente, con dos convocadas a la selección Colombia sub-17.

¿Puedo nombrar a mis favoritas Heroínas? Cierto, estamos hablando de fútbol y eso es fútbol de salón. Ya retomaremos esa temática, qué ejemplo que son. Apostaría porque las mujeres nos darían más alegrías, así como lo hacen ellas en su disciplina deportiva.

En fin… ¿Qué dice sumercé? ¿Tenemos equipos mágicos? ¿Sí o no? Y soy consciente de lo que implica todo este mundo del fútbol, no tengo esa ‘varita mágica’ para cambiar la realidad, ojalá alguien la encuentre.

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3 COMENTARIOS

  1. Así somos los boyacenses,permitimos que esto nos pase escasamente solo un jugador ha salido de acá Mahecha y que invirtió en su tierra por lo menos hizo su casa,pero llegan otros se llevan su dinero a otros lados los dueños de los equipos no promueven al jugador boyacense mejor que no existieran se prestan para promocionar jugadores de otros equipos que están en calidad de préstamo y alcance a pensar que «mágicos» era porque también se prestan para otras cosas ! Que lastima !

  2. Al que escribio esa estupida columna le digo que el VERDADERO Y AUTENTICO EQUIPO DE TUNJA Y DE BOYACÁ…SE LLAMA BOYACÁ CHICÓ…Y TODOS AQUELLOS BOYACENSES QUE APOYAN AL AMERICA, MILLONARIOS Y NACIONAL..DEBERIAN ERA APOYAR AL VERDADERO EQUIPO QUE NOS REPRESENTA OSEA A NUESTRO BOYACÁ CHICÓ.
    Nota: ANTES DE QUE BOYACÁ CHICÓ LLEGARA A TUNJA YO ERA UN ACERRIMO HINCHA DEL NACIONAL.
    Y HOY EN DIA DISFRUTO CON LOS TRIUNFOS DEL AJEDREZADO, Y SUFRO CON SUS DERROTAS.

  3. Es complejo ver cómo la tribuna no se llena en los clásicos y pareciera que los equipos no se conectan con el público, las nominas de los equipos locales son en su mayoría foráneas y al parecer es poca la promoción de jugadores de cantera o desconozco si se llevan a cabo esos procesos. Posiblemente nuestros paisanos se conectan más con el ciclismo o el microfútbol. Pero sé que también hay mucha afición que practica el fútbol en la capital Boyacense y en los pueblos, solo que lamentablemente creería que a nivel gubernamental hace falta más impulso para el fútbol en el departamento. He sabido de buenos muchachos que en su época de colegio son muy talentosos pero lamentablemente cuando van a pruebas, les dan prioridad a deportistas de otros departamentos… Quizá hoy día el fútbol federado parece que favorece más a unos biotipos que a otros, pero considero que promover y patrocinar más su práctica para la niñez y juventud Boyacense y ojala también con ayuda de la empresa privada local, sería una manera de promover esos talentos que se pierden y de conectar y atraer más a la afición local. Que ojalá se unieran esfuerzos para seguir desarrollando el fútbol Boyacense… Que bueno sería que tuviéramos más Boyacenses en el futbol profesional.

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