Varias instituciones se van a sumar a la celebración de los 30 años de la firma del Proceso regional de paz del Occidente de Boyacá. Ya se cumplieron las primeras reuniones para concertar una agenda regional, que tiene como primera acción la reactivación de los Consejos Municipales de Paz.
La celebración de los 30 años de la firma del Proceso regional de paz del Occidente de Boyacá, concentrará la atención de varias instituciones encargadas de trabajar en favor de la convivencia, la cultura, la memoria y la paz.
Así quedó definido en los primeros encuentros dirigidos a evaluar las distintas miradas frente a la celebración de este acuerdo que puso fin a tres décadas de confrontación violenta, por el dominio de los territorios con riqueza de esmeraldas.
El alcalde de San Pablo de Borbur, Mauricio Obando Forero, manifestó su amplia disposición para ser protagonista de este ejercicio y dejó definida su propia mirada sobre este proceso. En su despacho conversó con la delegada del Alto Comisionado para la Paz para Boyacá, Elizabeth Téllez, a quien le manifestó que existe una deuda histórica donde quedaron pendientes las grandes inversiones por parte del Estado en esta región. Por eso le propuso a la funcionaria adelantar gestiones para abrir un capítulo especial de la Comisión de la Verdad, y tratar de elaborar de manera colectiva un documento de la memoria de estas guerras.
El mandatario local mostró su entera voluntad para nutrir esta celebración de actividades académicas, actos simbólicos y eventos culturales, que vuelvan visibles a los actores que le han apostado a la paz, en estas tres décadas.
A la vez, la Diócesis de Chiquinquirá y la ONG Boyapaz, adelantan conversaciones en la región, para consolidar una agenda común para esta celebración. Con este fin, el propio obispo Luis F. Sánchez Aponte, invitó a los alcaldes de la región en días pasados en su sede, para dialogar sobre varias propuestas que incluyen lo espiritual, lo deportivo, lo cultural, en el marco de esta celebración. A esta cita, acudieron siete de los catorce mandatarios de la región. Llama la atención la ausencia de la mitad de los alcaldes a la convocatoria del Obispo, dado que según muchos observadores, el modelo de intervención y manejo que la iglesia le ha dado al proceso ya está agotado, sin que se hayan renovado los discursos y los métodos.
Lo cierto es que las instituciones que estarán al frente de estos eventos, coinciden en reclamar una mayor presencia del Estado, y entender que la firma de este acuerdo -aunque promovido por la Iglesia y firmado por particulares-, debe convocar a las instituciones por fin a reconocer la importancia de la región del Occidente de Boyacá, en otros tópicos como los económicos y lo ambientales.
Por eso los reclamos estarán centrados en las deudas acumuladas en materia de inversiones en infraestructura vial, en programas para recomponer el tejido social y la sensibilidad para una región que quedó con miles de huérfanos, viudas y desplazados. También en las decisiones desde el Estado, para garantizar que sus juventudes tengan alternativas en procesos de emprendimiento, en el acceso al sistema educativo y en la promoción de la artes y la cultura.
Hoy la región del Occidente de Boyacá no cuenta con una banda sinfónica para afrontar los compromisos artísticos del Ministerio; carece de un salón de danza, técnicamente habilitado para la práctica de este arte, a pesar de contar con escuela para la danza en todas las poblaciones; tampoco cuenta con mercados campesinos, a pesar de ofrecer una amplia base de productos proveniente de los cultivadores de caña, cacao, café y frutales. Estas entre otras carencias.
Seguramente la Gobernación de Boyacá, las universidades, los colectivos culturales y los planteles educativos, van a ser vitales para adelantar conversatorios y foros encaminados a recordar la importancia de este Proceso regional de paz. Pero no se puede olvidar que la PAZ hoy tiene herramientas, instituciones y un marco de decretos, que facilitan la construcción de espacios para la memoria y la generación de escenarios para visibilizar las víctimas de estas guerras del Occidente de Boyacá. Y en esa lógica, van a girar los reclamos de las autoridades municipales de esta zona de Boyacá en este año 2020.
Por ahora, la primera acción en la que ya trabajan varios municipios del Occidente, es la reactivación de los Consejos Territoriales de Paz, por petición de la Oficina del Alto Comisionado de Paz de la Presidencia de la República. Principalmente para darle un lugar, desde el territorio a los temas ligados a la paz e incluir estos debates en la discusión de los nuevos planes de desarrollo.