Incalculables son los daños que generó el incendio que empezó en la tarde del martes en jurisdicción de Socotá, en inmediaciones al Páramo de Pisba, y que solo la misma naturaleza pudo controlar y apagar.
Algo más de 530 hectáreas de vegetación nativa zona del Páramo de Pisba fueron reducidas a cenizas con el voraz incendio que empezó en la tarde del martes 18 de febrero.
El lamento de los pobladores de la zona es total, pues se buscó ayuda, se insistió a diferentes entidades por apoyo para controlar la emergencia, pero este nunca llegó.
Pero la misma naturaleza dio una mano, pues un aguacero se encargó de apaciguar las llamas que en un momento llegaron a alcanzar una altura de 15 metros.
En total fueron un poco más de 30 horas de infierno en la vereda El Cardón, en el municipio de Socotá. Averno que acabó con la vida de especies vegetales y que desplazó especies animales que habitaban este cerro a más de 3.700 msnm.
Este pasará a ser como uno de los incendios más voraces en la historia reciente del departamento, pero quedará como lección para reforzar la atención de cuerpos de emergencia, pues de no haber sido por la ayuda que llegó literalmente caída del cielo, el Páramo de Pisba podría estar ardiendo por estas horas.
En las próximas horas las autoridades darán un balance de los daños y afectaciones causadas, con el desalentador presagio de que nada positivo podrá encontrarse luego de cerca 30 horas de incendio que destruyeron 530 hectáreas de la zona.