Durante diez días los boyacenses disfrutaron de una edición más del Festival Internacional de la Cultura. Al término de esta versión fueron varios los aspectos a rescatar como varios los puntos a corregir para próximas ediciones.
La cuadragésima quinta edición del Festival Internacional de la Cultura (FIC), denominado ‘Del Campo y las Cosechas’ terminó, y con su clausura aparecieron los balances. Por su puesto, las voces críticas se hicieron escuchar, pero los organizadores tienen la certeza de que cultivaron expectativas y cosecharon éxitos.
La agenda estuvo caracterizada por una gran diversidad de eventos; la música, el teatro, las artes plásticas, la cinematografía, la danza, la literatura, las artesanías y la gastronomía se hicieron presentes a lo largo y ancho del departamento.
La cantidad de eventos estuvo a la altura de las demandas de la ciudadanía; hubo actos y presentaciones para todos los gustos, los artistas locales tuvieron espacio así como también lo tuvieron los artistas de renombre y talla internacional.
El principal aspecto a destacar es la descentralización que vivió esta edición del FIC. Las presentaciones se extendieron por todo el departamento. Municipios como Chiquinquirá, Duitama, Santa Rosa de Viterbo, Tunja, Paya, Somondoco, Paz de Río, Socha, Pisba, Santa María, Ventaquemada, Monguí, San Eduardo, Tibasosa, Paipa, Motavita, Toca, Chinavita, Iza, Betéitiva, Sogamoso, Tasco, Gámeza, Villa de Leyva, Tópaga, Moniquirá, Belén, Tuta, Sotaquirá, Corrales, Cucaita, Almeida, Saboyá, Susacón, Cómbita, Floresta, Soracá, Busbanzá, Tipacoque, Briceño, Pauna, Covarachía, Zetaquira, Sativanorte, Rondón y Sora, acogieron una infinidad de presentaciones culturales.
Durante esta edición del FIC se realizaron cerca de 300 actividades y según cifras presentadas por la organización del FIC, cerca de 40 mil personas asistieron a los eventos. Los conciertos fueron el gran fuerte del festival, se calcula que cerca de 25 mil personas asistieron a estos. El teatro fue otra de las actividades culturales que logró captar la atención de los asistentes; en total se presentaron 34 grupos, los cuales colmaron los principales escenarios, como el Teatro Sogamoso, el Teatro Cultural de Tunja o el Cinema Boyacá.
Sin embargo, fueron varios los puntos negativos de la cuadragésima quinta edición del FIC El primero de estos, y el que quizás causó el mayor malestar entre los asistentes, fue la impuntualidad. En su gran mayoría, los evento no empezaron a la hora programada; los retrasos fueron el común denominador en casi todas las muestras culturales, situación que generó molestia, inconformidad y tasas más bajas de asistencia. Y no está de más, aclarar que no es muy buen síntoma cultural la impuntualidad.
En segunda medida, no resultó muy grato para los boyacenses la forma tardía en que se dio a conocer la programación. A pocos días para el arranque del Festival Internacional de la Cultura, una gran mayoría de la ciudadanía desconocía las actividades programadas, los lugares y horarios en que se harían; otro factor que suma al momento de considerar la inasistencia.
A diferencia de la edición del año anterior, donde también se buscó descentralizar el festival, en esta ocasión se logró llevar a casi todas las provincias que componen el departamento. Tan solo la Provincia de Gutiérrez y Puerto Boyacá no gozaron del FIC.
Las agrupaciones y artistas que trajeron para esta edición del FIC, despertaron el interés de la ciudadanía. Es necesario aclarar que la asistencia a los conciertos fue incrementando a medida que se acercaba el día de cierre; para la presentación de Charlie Zaa fue escasa la asistencia, pero para beneplácito de la organización, el último gran concierto, con la participación de Residente y Doctor Krápula, contó con una asistencia cercana a las 15 mil personas.
Otro punto a favor de esta cuadragésimo quinta edición del Festival Internacional de la Cultura es la prolongación de algunas de las exposiciones. Las obras de más de 30 artistas plásticos seguirán expuestas hasta el próximo 22 de agosto.
También es necesario resaltar el reconocimiento que se hizo a tres agrupaciones de baile del departamento como lo son Otrora, Asociación Chinguaya de Tenza y el Ballet Folclórico de Paipa.