La capital boyacense organizó por sexta vez la Noche de los Museos en donde hubo diferentes muestras culturales, además se aprovechó la oportunidad para hacer entrega del Paredón de los Mártires luego de los trabajos de restauración a los que fue sometido.
Tunja vivió una vez más la Noche de los Museos, iniciativa organizada por la Administración Municipal con la finalidad de acercar muestras culturales a la ciudadanía. EL DIARIO estuvo presente en las múltiples exposiciones e hizo un balance de lo que dejó la noche.
La Noche de los Museos tuvo varios puntos para destacar como la diversidad de exposiciones y muestras culturales que hubo en gran parte de la ciudad; música en vivo, exposiciones artísticas, narraciones históricas, exposiciones interactivas, conversatorios, teatro callejero, muestras audiovisuales, entre otras.
Lo bueno
El alcalde de Tunja, Pablo Emilio Cepeda, destacó que estas exposiciones hacen que los tunjanos sientan un mayor aprecio por su ciudad. “La Noche de los Museos permite reconocer cada uno de los espacios que son nuestro patrimonio y de los que tenemos que apropiarnos todos los días y responder por ellos”.
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También debe destacarse la considerable concurrencia de público; la Noche de los Museos fue el escenario perfecto para que los tunjanos recorrieran el centro de la ciudad en la noche, haciéndolo un espacio de convivencia y aprovechando la diversidad de exposiciones que hubo en los diferentes lugares. “Me alegró mucho ver que la mayoría de personas que estaban en las calles eran jóvenes. Debemos realzar la importancia de este hecho, de verdad que me produce satisfacción ver que nuestros jóvenes están atentos a este tipo de iniciativas”, manifestó Pablo Cepeda.
Lo malo
Pero no todo fue color de rosa en la Noche de los Museos. Los tunjanos estuvieron inconformes por la falta de puntualidad para el inicio de los eventos. También es preocupante que una gran porción de comerciantes del centro de la ciudad no ha entendido la enorme oportunidad que se les presenta con la organización de este evento.
Otro aspecto negativo fue el caos vehicular que se presentó desde las cinco de la tarde. No hubo vía aledaña al centro que no estuviera colapsada. Y si bien se sabe que el caos se presenta por una jornada cultural, debe planearse mejor para garantizar la buena movilidad de toda la ciudadanía, más si se tiene en cuenta que este es el patrón que se presenta año tras año, por lo que debería haber planes de contingencia.
No faltaron las quejas por parte de algunos ciudadanos, especialmente personas que tenían niños a cargo o personas de la tercera edad. Ellos lamentaron que no se hubieran previsto rutas alternativas para el sistema público colectivo y que no se haya dado a conocer con suficiente tiempo de antelación el mapa de cierres de las principales vías de la ciudad.