En el barrio Antonia Santos de Tunja se dieron cita unas 1.000 personas, entre comunidad y líderes sociales, sindicales y políticos, para escuchar a Francia Márquez, fórmula vicepresidencial de Gustavo Petro para las próximas elecciones que definirán el máximo mandatario de los colombianos.
Francia Márquez habló ante una multitud que se congregó en el barrio Antonia Santos de Tunja, luego de una breve gira por Boyacá que comenzó en Garagoa, pasó por Ramiriquí y culminó en la capital de los boyacenses.
“Tunja, gracias por abrir las puertas, no esperaba ver tantos corazones abiertos a parir un cambio para este país”, apuntó en su llegada Márquez, seguida por líderes de varios sectores y comunidad en general.
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Habló de la madre tierra, saludó a las mujeres con quienes dijo que “feminizaría” la política, del legado que se le debe dejar a los hijos y saludó especialmente a la juventud, “muchos de ellos están aquí, muchos que fueron encarcelados, judicializados y hoy están aquí organizando el cambio para este país, convocando al pueblo”, apuntó.
También se refirió a los campesinos, a quienes agradeció por llevar la comida a los hogares, a la niñez víctima del Estado, a quienes hacen parte de la llamada ‘primera línea’.
“Levantar la voz en contra de la tiranía, en contra de las injusticias, de la guerra, de la violencia, no nos hace criminales, no nos hace vándalos, terroristas, al contrario, demuestra la dignidad de un pueblo, no nos hace guerrilleros, no nos hace gente levantada en armas; el arma que tenemos es nuestra voz, es nuestro amor, es nuestro sentir, es nuestra sensibilidad humana para reconocer las injusticias”, asintió Márquez Mina.
Esta mujer, que obtuvo una histórica votación en la consulta del Pacto Histórico el pasado 13 de marzo, hizo énfasis en el cansancio que hay por no tener educación de calidad, de no tener vías, de no tener condiciones para producir en el campo, de no tener condiciones para vivir tranquilos, para vivir sin miedo, ese miedo que hace que cada cuatro años se termine votando por los mismos de siempre, “por quienes nos han oprimido, el miedo que nos han sembrado a partir de no permitirnos vivir en condiciones de dignidad y de dejar morir de hambre a niños y niñas en este país”.
Así mismo recordó a los olvidados, a quienes se han visto obligados a andar en las calles, “cuando yo hablo de los nadies y de las nadies estoy hablando de a quienes no nos han permitido vivir bien en este país; pues llegó el momento pueblo de Tunja, pueblo de Boyacá, de ponernos de pie, queremos que cesen las balas, por eso nuestro primer compromiso, el primer mandato es el de legarle a nuestros hijos e hijas una Colombia en paz”.
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En el preámbulo de su paso por territorio tunjano se pudo apreciar a varios grupos musicales y de danzas, y líderes que apoyan la causa de Gustavo Petro y, por ende, de Francia Márquez. A su entrada, llegó en compañía del ingeniero César Pachón y del abogado Pedro Suárez Vacca, y fue recibida por el senador Jorge Londoño, entre el equipo que se mantuvo a su lado.
Una reflexión, de tantas que compartió, caló en la memoria de los asistentes:
“Cuando venía a las calles de este departamento, recorriendo varios municipios, yo decía esto es maravilloso, esto es un paraíso el departamento de Boyacá; y si es un paraíso, por qué su gente no vive bien, por qué su gente no logra vivir sabroso… porque hay quienes se han encargado de hacernos la vida miserable”, señaló.
Un gran ritual se pudo apreciar junto al líder indígena Berito Cobaría, con quien se dio la apertura de su intervención en Tunja y a quien se dirigió así:
“Él abrió mi camino para defender los páramos, los ríos, los bosques, los mares de este país; él, al igual que mis abuelas, que las mayoras, los mayores de nuestros territorios, así a los iletrados no les guste que lo digamos así, nosotros los pueblos sabemos lo que significa, sabemos lo que vale, de ellos aprendimos el valor de la vida y de la tierra, que la vida humana no es posible sin la existencia de la vida del planeta en general”.
Al final hizo un llamado a quienes entusiastas se mantuvieron todo el tiempo para que de casa en casa, se haga un llamado por los 123 municipios de Boyacá para apostarle al ‘Cambio por la Vida’ que según Márquez debe integrar a todos los sectores y los ciudadanos.