2 de noviembre, día Internacional para poner Fin a la Impunidad de los Crímenes contra Periodistas.
Como lo mencionan las Naciones Unidas (UN), poner fin a la impunidad de los crímenes contra periodistas es uno de los temas más apremiantes para garantizar la libertad de expresión y el acceso a la información para cada ciudadano.
Aproximadamente 1.200 periodistas han sido asesinados en los últimos 14 años por llevar a cabo su labor de informar a las audiencias en el mundo y uno de cada diez asesinatos quedan impunes y de la misma forma acarrea más asesinatos que como resultado genera un síntoma de recrudecimiento de conflicto y la transgresión de las leyes y el derrumbamiento de los sistemas judiciales.
La forma para censurar un medio directamente, como manera extrema, es asesinando a sus periodistas, quienes reciben innumerables y distintos tipos de amenazas para amedrentar, secuestros, torturas y ataques cibernéticos entre otros, solo por hacer su trabajo. Este fenómeno violento, creado por quienes no ven conveniente que se les investigue, generan miedo entre los que ejercen su derecho en los medios de comunicaciones, lo que lleva a la autocensura y el fin de la circulación de la información, ideas y opiniones en un contexto en donde la verdad es preeminente.
El Día Internacional para poner fin a la Impunidad de los Crímenes contra Periodistas de 2021, reconoce el importante papel que desarrolla los servicios de fiscalía en la investigación y el enjuiciamiento por los homicidios y por las amenazas que atenten contra la integridad de los periodistas, incluyendo los traumas derivados de estas amenazas. Contrario a esto, la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) comenta que “La impunidad en casos de asesinatos a periodistas en el país alcanza el 78.8%; esta cifra aumenta si se tienen en cuenta otros crímenes como las amenazas que llegan al 98% de impunidad”. Esto quiere decir que contrario a lo que menciona Naciones Unidas, en los últimos cinco años, como mención la FLIP, fueron asesinados ocho periodistas en Colombia, mientras que entre los años 2011 y 2015, fueron siete los asesinados, indicando que como mecanismo para silenciar la prensa, el homicidio es la herramienta más común, en donde la impunidad, suscita un tipo de tolerancia para que los victimarios sigan ejerciendo a la prensa sin ningún tipo de temor por lo que les pueda pasar.
Según la FLIP, “en Colombia, entre 1938 y 2021 han sido asesinados 163 periodistas por razones vinculadas a su oficio. En el 78.8% de estos casos no se ha proferido ninguna condena a los responsables y solo en uno de ellos, el caso de Orlando Sierra, se ha logrado una justicia plena».
El evento que conmemora este día enmarcado en el fin de la impunidad de los crímenes a periodistas de este año, será organizado por la Ossigeno per l’informazione y apoyada por la UNESCO el día de hoy, miércoles 3 de noviembre en el Instituto Internacional de Justicia Penal y Derechos Humanos de Siracuss, Italia, evento en el cual se entrará en diálogo entre autoridades fiscales y periodistas, sobre las medidas de prevención y protección para periodistas y también destacando el papel de la fiscalía en los procesos de enjuiciamiento por homicidios y por amenazas de violencia contra los periodistas.
En 2020, la FLIP registro 152 amenazas, y en lo que lleva el 2021, 132. El 98% de los casos de amenazas a periodistas en Colombia están en la impunidad.
La Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) en el fallo del caso de la periodista Jineth Bedoya, estableció que “las amenazas no son una agresión menor, pues deben analizarse como indicadores de predictibilidad de hechos de violencia que puedan atentar de manera más grave la integridad de los y las periodistas” siendo catalogada como tortura, ante la falta de investigación oportuna.
El Estado Colombiano, comparte la FLIP, “ha implementado estrategias para avanzar en la investigación y sanción de los responsables de estos crímenes, estas han sido insuficientes y no analizan el fenómeno de la violencia de manera integral”.