Le salimos a deber al Concejo

Foto| Archivo - Prensa Alcaldía de Tunja
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Por: Daniel Triviño

A raíz de la molestia de los tunjanos por los desmedidos incrementos en el impuesto predial, los concejales de la capital boyacense recibieron críticas. Sin embargo, los cabildantes se han pronunciado, afirmando que la aprobación del estatuto de rentas no tiene nada que ver con el aumento en el predial.

Un gran malestar ha causado entre los tunjanos  los notables aumentos en la factura del impuesto predial. Hoy el alcalde Pablo Cepeda y los concejales son blanco de críticas por parte de la ciudadanía.

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Por ello, los concejales se han encargado de explicarle a la comunidad que  la corporación no tiene nada que ver en la determinación del valor del suelo, y por ende en los cobros del predial.

“Con relación al avalúo catastral debe aclararse a la comunidad que no es el Concejo de Tunja el que realiza dicho avalúo, función propia del Instituto Geográfico Agustín Codazzi, quien por ministerio de la ley es la única entidad para realizar los avalúos catastrales en todo el país y por consiguiente de la ciudad de Tunja. Con base a lo anterior es claro que el aumento en el impuesto predial del año 2018, y del cual viene quejándose la comunidad no corresponde a una situación del Concejo Municipal pues este lo que hizo fue bajar las tarifas, si no que dicho aumento corresponde al aumento a ls avalúos catastrales ejecutados por el Instituto Geográfico Agustín Codazzi. El Gobierno Nacional cada año aplica un reajuste catastral por ley nacional, de acuerdo al índice de inflación proyectado para el año siguiente”, aclara la corporación por medio de un comunicado.

Sin embargo, lo que resulta polémico  de dicho comunicado es el siguiente punto, donde subraya las “bondades” que tuvieron los concejales a la hora de aprobar el estatuto de rentas. “El Concejo de Tunja aprobó el Proyecto de Acuerdo 049 <<por medio del cual se modifica el Estatuto de Tributario>>, buscando 2 beneficios, reducción 0.5% de las tarifas sobre las cuales se liquida el impuesto predial, así como también aumentamos las rebajas del impuesto predial hasta en un 20% por pronto pago. Si los concejales de Tunja no hubiésemos bajado las tarifas mediante la modificación del Estatuto Tributario según el acuerdo N° 030 el aumento del impuesto predial hubiese sido mucho mayor en razón al aumento catastral realizado por el IGAC”.

Si bien es cierto lo que afirman los concejales mediante su comunicado, también es cierto que para el 30 de diciembre de 2017, día en que se aprobó la modificación al estatuto de rentas de Tunja, los concejales tenían pleno conocimiento de la valorización que habían sufrido los predios en la capital boyacense. Es decir que para el momento de aprobar de este acuerdo, los concejales ya podían hacerse a una idea de lo que subiría el impuesto predial. Siendo así, la labor de los concejales, como representantes de un pueblo que los ha elegido, consistía en negarse a aprobar un estatuto que no ofrecía verdaderos descuentos para la ciudadanía, y terminó siendo un guiño a la falta de gestión. Resulta completamente reprochable que se dé un 5% más de rebaja por pronto pago, y una reducción del 0.5% en la tarifa del predial,  cuando los avalúos sobre los predios reflejaron incrementos del 100, 200 y hasta del 1000%. Si el Concejo hubiera pensado en la ciudadanía se habría negado a aprobar esta modificación intrascendente y habría hecho el ruido necesario para que la comunidad supiera de entrada cómo iba a ser el cobro del predial. Pero la aprobación fue en medio del ruido de las fiestas decembrinas, con el pleno silencio de la corporación, que, como en muchas otras ocasiones, clavó la puñalada trapera a los tunjanos; sino basta recordar lo que hizo el anterior concejo  dando el aval para el aumento en las tarifas del servicio de acueducto en los últimos días de diciembre de 2015.

Conversamos con el concejal Camilo Hoyos, uno de los ponentes del proyecto mediante el cual se modificaba el estatuto de rentas de Tunja. Hoyos explicó que se analizaron dos opciones para generar facilidades a los contribuyentes, y asegura que la que finalmente se aprobó era la más conveniente para las finanzas del municipio según explicaron desde la Administración Municipal. Otra opción habría generado un desfinanciamiento del municipio.

Y eso abre la puerta a varias inquietudes, ¿por qué la meta de recaudo de Tunja se duplica de un año para otro? ¿Tantas obras hay pendientes? ¿Tanto cuesta un patinódromo y un teatro? ¿Tantas son las deudas del municipio?

Eso no fue lo que se dijo a la comunidad hace un par de años cuando aprobaron el empréstito.

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