En el frente minero del departamento surgieron este año varios hechos que no se pueden dejar de lado.
Argos, Holcim, Cementos Tequendama
En primer lugar se conoció que el proyecto de ampliación de la planta de Argos en Sogamoso, que tenía una inversión proyectada de más de 400 millones de dólares fue aplazado, según algunos; otros aseguran que fue cancelada. En este caso las reacciones son encontradas: para los ambientalistas y muchos sectores sociales de la zona de influencia, el anuncio resulta positivo en la medida que evitará los altos niveles de extracción de materiales de la región, de los que siempre se ha dicho que la industria no retribuye para su mitigación, ni aporta lo que debe para contribuir con el desarrollo social y económico de las comunidades afectadas por los impactos ambientales que se ocasionan. Los defensores del proyecto, en cambio, consideran que es otra vez quitarle oportunidades al departamento en empleo, pago de impuestos y generación de otras actividades asociadas.
En la misma dirección, este año se profundizó la disputa entre las comunidades del municipio de Gachantivá y la empresa cementera Tequendama, la cual pretende iniciar la explotación de piedra caliza en una zona de ese municipio considerada un santuario natural que, de ser intervenido, acabaría con el equilibrio hídrico de la región, además de extinguir especies de aves y mamíferos que habitan la zona, lo mismo que echar a perder importantes testimonios de la cultura ancestral de la región.
Mientras que la empresa hace uso de todo su poder e influencias en Bogotá para lograr las licencias respectivas y en la región tratan de convencer a varios actores económicos que se beneficiarían con la explotación pretendida, los líderes sociales que se oponen a este proceso han logrado que se apruebe la convocatoria de la consulta popular para saber qué decide la comunidad, si acepta o rechaza la minería en la escala y con las condiciones que se pretenden por parte de la cementera.
Las multas a las Cementeras
Otro frente que se abrió este año relacionado con la industria del cemento, fue el anuncio de una multimillonaria multa contra las empresas Argos y Holcim por lo que la Superintendencia de Industria y comercio asegura que es la conducta de cartelización que han observado durante varios años para manipular y aprovecharse de la imposición de precios acordados que se ha vuelto el común denominador de la industria nacional, tal como ya se ha comprobado con los azucareros, los productores de papel higiénico y complementarios y hasta los procesadores de arroz.
La multa aplicada a las cementeras se tasó inicialmente en más de 400 mil millones de pesos, involucrando a las dos cementeras que están en Boyacá, Holcim y Cementos Argos. En todo caso, si la multa se mantiene, la idea en la región es que el producto de la misma debe ser destinado a compensar los impactos ambientales en las zonas donde están instaladas las plantas de producción.
Los extranjeros por las minas de esmeraldas
Parece que este año que termina marcó como objetivo del capital extranjero consolidar su presencia en la región del Occidente del departamento para definir y profundizar su presencia en la minería de las esmeraldas, con la llegada de una nueva empresa canadiense que intervendría en una amplia zona del municipio de Borbur, sumándose a la presencia americana en la mina de Puerto Arturo, negociada hace años con Víctor Carranza y la familia Molina.
También sucedió algo que todavía no tiene una explicación completa y es el pedido de extracción de algunas figuras de la minería de las esmeraldas como son el conocido Pedro Rincón, alias Pedro Orejas y Horacio Triana, quienes son acusados de varios delitos, pero que podría ser una jugada más de la Embajada Norteamericana para lograr que estos personajes entren a negociar sus títulos y territorios para que permitan la entrada de empresas norteamericanas a la explotación de las gemas. Es conocida la actitud contraria de los Rincón y los Triana a la presencia de los empresarios extranjeros en sus dominios. Cualquier cosa puede ser en este complejo mundo.
La bonanza del carbón
Resulta que otra vez que ha llegado la bonanza para el carbón siderúrgico, mientras el térmico desciende en su demanda debido a la condición climática que volvió el nivel de los embalses y por tanto ha bajado la generación térmica. En todo caso la nueva situación favorable del carbón de exportación ha reactivado las economías de las zonas productoras cuyos centros más importantes son Socha y Socotá en la provincia de Valderrama, y Samacá en la Provincia Centro. Esta es una buena noticia pero falta mucha más articulación para saber aprovechar el nuevo escenario. En medio de este escenario se da la decisión de la venta de las acciones que le quedan al departamento en Acerías Paz del Río, lo cual ya está aprobado por la Asamblea del Departamento al cabo de las sesiones extraordinarias de este mes de diciembre.
Qué tan sensata y conveniente es esta venta en las actuales condiciones del precio de las acciones de Acerías frente al precio internacional del carbón, es una inquietud que no está resuelta, que solo el tiempo despejará, pero que puede resultar en un mal negocio.