La pandemia puso contra las cuerdas al sector agropecuario del departamento, acentuando a su vez las dificultades para emprender procesos formativos y académicos. Pero no por ello dejó de existir el interés entre los pobladores de las zonas rurales en capacitarse.
Ni la llegada de la pandemia pudo frenar el interés de los campesinos boyacenses por formarse. Claro está que si han cambiado los métodos de financiación, así como las posibilidades al interior de cada hogar.
De acuerdo al informe Boyacá: Contexto Social, Económico, Laboral e Impactos COVID-19, realizado por el Crepib, la OIT y la Gobernación de Boyacá, la población rural con hijos cursando estudios de educación superior, financia dicha formación de diversas maneras, aunque lo que prima es la destinación recursos propios, pues más del 65% de esta población lo hace.
Luego están aquellos que recurren a programas sociales del Estado, que para el caso de la población rural del departamento equivale al 20,43%.
En cambio, los que recurren a créditos bancarios becas, a financiación por medio del Icetex o transferencias familiares; sumados no superan el 15%. Revelando así la imposibilidad o la desconfianza hacia las entidades bancarias o hacia el mismo Icetex, que en otra época era una de las alternativas más recurrentes.
Un 73% de la población encuestada contestó que la fuente principal de financiación de dichos estudios sufrió afectaciones a causa de la pandemia, lo que los llevó a buscar otras alternativas. Es más, un 22,5% comentó que dados los cambios en sus ingresos les fue imposible financiar los estudios superiores de sus hijos.
Y en lo que refiere a los temas en los que los pobladores, de sectores rurales, quisieran ser capacitados destaca todo lo referido a comercialización y distribución, pues un 34% de los encuestados afirma que es el tema prioritario a conocer.
Claro que los procesos de producción son otro aspecto en el que los habitantes de zonas rurales están ávidos por profundizar, un 33% de los encuestados aseguró ser ese el tema en el que les gustaría recibir capacitación.
Otros campos de conocimiento como los son el de la economía solidaria y social, y temas organizativos, son de interés en el ámbito rural.