Para combatir este flagelo, la Nueva Licorera de Boyacá ha firmado una alianza estratégica con el Departamento de Policía de Boyacá, la cual esperan empiece a rendir resultados en el corto plazo.
El paso de la Nueva Licorera de Boyacá a manos del departamento ha implicado una serie de cambios organizacionales, estratégicos y empresariales. Uno de ellos es el manejo que se le da a la problemática del licor de contrabando, pues entiende la nueva administración que es un asunto de vital importancia, por lo que ha decidido trabajar mancomunadamente con las autoridades departamentales para ponerle fin a dicha situación.
“Hoy estamos generando una alianza estratégica con la policía del departamento, una alianza en función a mejorar la calidad y la tranquilidad de los boyacenses frente al tema del licor adulterado (…) la Nueva Licorera de Boyacá es nuestra, es del departamento, y tenemos que cuidarla porque significa cuidar las rentas del departamento. De allí es de donde salen recursos para la salud, para la educación, para el deporte, para las obras sociales y demás”, señaló Sergio Tolosa, gerente de la Nueva Licorera de Boyacá.
El Comandante de la Policía de Boyacá, Coronel Germán Jaramillo Wilches tiene claro que es un trabajo para el que tiene que estar capacitado cada uno de los uniformados pertenecientes a la institución. “En esa reunión que hoy se ha hecho con el doctor Sergio (Tolosa), gerente de la Nueva Licorera de Boyacá, hemos hecho una capacitación a todos los comandantes de distrito, a nivel de todo el departamento, y a su vez a todos los comandantes de estación, para que lancemos una ofensiva contra el tema del contrabando y contra el licor adulterado en el departamento de Boyacá. Nosotros, principalmente los fines de semana, tenemos seis o siete fiestas en diferentes municipios del departamento, y esto se presta para que precisamente estas redes dedicadas a esta actividad ilícita aprovechen estos espacios para comercializar este tipo de productos”.
Esta problemática se presenta a gran escala, a diferencia de lo que la ciudadanía podría creer, por lo que las pérdidas que produce son multimillonarias. “En solo adulteración podemos estar hablando de un 25%, eso significa que podríamos estar dejando de percibir alrededor de 10 mil millones de pesos al año. Por temas de contrabando, podría ser similar o quizá un poco más alto, podríamos estar hablando de un aproximado al 30 o 35%, y obviamente unas cifras que pueden ascender casi a los 15 mil millones de pesos”, agregó Tolosa.
Tolosa comentó además que el licor adulterado que llega a circular por el departamento es fabricado en Boyacá, que se tienen puntos identificados en provincias como Centro, Oriente, Occidente y Norte.
“La estrategia, en primer lugar, consta de contar con el apoyo de la institucionalidad, conocer la normatividad y la legislación que existe frente al tema. No hay conocimiento total, de parte de autoridades y de la gente del común, de la existencia de fronteras cerradas, del monopolio para el manejo de los alcoholes y los aguardientes a nivel departamental; lo primero es eso, su difusión. Lo segundo es trabajar de la mano en todos los operativos que se van a desarrollar, inclusive estamos hablando de trabajar en temas de recompensas a personas que en algún momento puedan denunciar, o nos puedan dar información acerca de ubicación de esos alambiques, de esos lugares de producción ilegal de aguardiente o de licores (…) la idea es que también se vincule rentas departamentales a toda esta estrategia porque de alguna forma u otra esto afecta las rentas de Boyacá”, indica Tolosa.
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