Carrocerías AGA, que agoniza después de 50 años de lucha, tuvo que despedir en el primer semestre de este año a 114 trabajadores. La crisis de lo ocurrido durante el 2020 se extiende a todo el sector manufacturero.
“En la Ciudadela Parque Industrial de Duitama están hoy concentradas empresas dedicadas al comercio y los servicios, pero el sector manufacturero se quedó en el cuarto de San Alejo”.
Lo dice don Armando Gutiérrez Acevedo, uno de los industriales más importantes de esa ciudad y del departamento, que durante más de 50 mantuvo a flote y con momentos de gran esplendor a Carrocerías AGA, insignia en la industria carrocera del país.
En algún momento, hace unos 15 0 20 años, Carrocerías AGA llegó a tener más de 250 trabajadores y también alcanzó a exportar sus productos a Centroamérica. Sin embargo, la falta de ayudas del Gobierno y lo ocurrido con sector transporte durante la pandemia, especialmente en el 2020, causó dificultades que parecen irreparables a su empresa y a todo el sector manufacturero.
En el primer semestre de este año y después de una lucha de casi toda su vida para sacar adelante a la empresa, don Armando tuvo que despedir a los trabajadores, todos de la región, de Duitama, Paipa, Tibasosa y Sogamoso y unos pocos en Bogotá, que se encargaban de mercadeo y ventas.
Gutiérrez Acevedo se queja de que el Gobierno Nacional nunca les ayudó y que, por el contrario, él ni siquiera logró la atención del Ministerio de Trabajo cuando hizo la solicitud de despido de sus trabajadores. “Nunca contestaron y fue necesario negociar con ellos, uno a uno, porque la empresa no aguantó más; hoy está cerrada”, sostiene.
También dice Armando Gutiérrez que es muy complicado el regreso al mercado porque en general todo el transporte está goleado y se necesitaría que vuelva a reativarse al 100 por ciento, que los transportadores vuelvan a tener los ingresos de antes y que de nuevo pueden ser objetos de créditos por parte del sector financiero.
Durante cinco décadas Carrocerías AGA estuvo dedicada a construir soluciones eficientes para el transporte de pasajeros, especialmente a la fabricación de chasises para buses.
Un reportaje para el diario de economía y negocios Portafolio, publicado en el 2018, destacaba a Armando Gutiérrez Acevedo como el carrocero que le cambió la cara a la industria boyacense.
“En 1965, el sueño de Armando Gutiérrez comenzó a cobrar forma con la construcción de la primera carrocería para bus fabricada en Boyacá. Él, quien reparaba los autobuses estadounidenses que circulaban en esa época, le apostó a un ambicioso proyecto: fabricar una carrocería totalmente industrial hecha por manos boyacenses y adaptada a las necesidades del transporte colombiano.
Hasta esa época, ponerle la carrocería a un chasis de camión era un proceso artesanal en el país”, indicaba Portafolio sobre este empresario boyacense.
Armando Gutiérrez no solamente logró momentos de grandes éxitos con su empresa sino que en la década de los 60 fue uno de los gestores e impulsores de la Ciudadela Parque Industrial, el conglomerado más exitoso de su género en el departamento.
Hoy dice Gutiérrez Acevedo que, aunque muchas empresas de la Ciudadela lograron mantenerse a flote durante la crisis de la pandemia, otras no lograron sobrevivir, como la suya.
Los sectores metalmecánico y manufacturero, que eran dos de los más destacados de la economía duitamense y que generaron cientos de empleos en la región, terminaron siendo los más damnificados por el COVID-19 y tal vez nunca recuperen la dinámica de otros tiempos.