El Púlpito del Diablo
Por | Guillermo Velásquez Forero
Colombia está de luto. Es una pérdida irreparable. El gobierno va a decretar tres días de duelo nacional, con la bandera izada a media asta. Su fallecimiento ha provocado consternación en todos los medios de desinformación. Ha muerto –aunque todo el mundo creía que era inmortal, uno de sus ídolos, salvajemente famoso, una temible celebridad, personaje muy admirado por sus grandes méritos y acciones, con millones de seguidores incondicionales que lo aplaudían y le daban innumerables me gusta y me encanta en las redes sociales; tan excelente persona se destacó por los éxitos obtenidos en el ejercicio de su profesión; fue siempre exaltado por la prensa escrita y audiovisual, por sus miles de trabajos y vueltas con las cuales hizo invaluables aportes a las funerarias colombianas.
Entre sus cualidades y méritos, que lo ubicaron en una posición de privilegio y lo convirtieron en un superhéroe modelo, digno de emular por las nuevas generaciones, se pueden mencionar: era un hombre libre, actuaba a sus anchas sin que nadie pudiera impedírselo. Era fiel y obediente con sus amos, y muy responsable en el cumplimiento de las órdenes que recibía. Fue muy piadoso, creyente devoto de la Virgen de los sicarios. Era todopoderoso, tenía poderes mágicos, se volvía totalmente invisible, nadie era capaz de verlo, ni los invidentes ni los visionarios, mucho menos la policía o la fiscalía. Por eso pudo llevar a cabo sus obras con plena tranquilidad y seguridad. Era perfeccionista, hacía a la perfección sus trabajos, que fueron innumerables e innombrables. Era muy sano y cínico, no sufría de ese mal llamado remordimiento. Por el contrario, se ufanaba de sus históricas actuaciones. Era un excelente actor que representó muy bien su papel de héroe en miles de tragedias.
Sus nombres y apellidos serán grabados en una placa de oro, y ya figura en la galería de los más grandes y famosos. Su bella imagen, sus sabias palabras y los hechos memorables que protagonizó y que le dieron tanto brillo y poder, quedarán para siempre grabados en el corazón de todos los que lamentan su fallecimiento, como su homólogo el general Eduardo Zapateiro, comandante del ejército.
Con la deplorable extinción de este convicto, y ya célebre youtuber, la política de derecha violenta y corrupta que gobierna a Colombia pierde a uno de sus más grandes valores, que estaba destinado a ser senador y luego presidente y expresidente eterno e intocable como su coterráneo y émulo Álvaro Uribe. En homenaje a su prolija e ilustre trayectoria de ejecuciones, y para seguir rindiéndole culto, el gobierno del títere tonto, ignorante y ridículo, solicitará a la santa sede que inicie el proceso de canonización de este famoso personaje, ícono de nuestro tiempo, llamado John Jairo Velásquez Vásquez, alias Popeye.
