Por: Silvio Avendaño
Es posible saber en qué momento hay un ataque. Los polis ubican el trufly, bajan la visera y levantan los escudos. Ante el disparo debemos ser conscientes. Observar cómo avanza el proyectil y evaluar constantemente la situación y no dejarnos llevar por la angustia o por el espanto de los vecinos. Así que debes observar la trayectoria del proyectil y estar pendiente del aterrizaje. No des la espalda; no corras, pues no dices: “cuando es a peleá, es a corré”. Entonces verás cómo el gas se escapa y haz todo lo posible para no toser. Podemos tirarnos al suelo besar la tierra, cerrar los ojos, pues no debes olvidar que según el principio de Arquímedes: los gases suben, por la misma razón que los barcos flotan en el agua.
Ahora bien, si tienes contacto con los gases, no dudes en pedir ayuda. Agárrate de lo que puedas: de un compa o una ñera. Es de advertir, si quieres manipular los proyectiles, que antes de iniciado el tropel debes comprar guantes de carnaza o un paño grueso bien mojado. O bien, puedes utilizar la técnica del calentamiento de la madera por fricción o producción de chispas mediante la percusión de piedra que contenga hierro, contra otra de sílex y utilizando hongo yesquero.
El gas lacrimógeno sufre el proceso de combustión (consulta en el diccionario cómo es la relación entre el comburente y el combustible). No olvides la física newtoniana –acción y reacción- Recuerda la acción: “Pasan corriendo los estudiantes, los persiguen los vigilantes”. Actúa en la reacción: “Pasan corriendo los vigilantes, los persiguen los estudiantes”. Y, como premio de consolación, recuerda que a los polis también los afectan los químicos.
La preparación para el tropel es importante. Debes saber que los polis hacen cursos, encuentros y seminarios para tirar piedra y dar golpes con el palito de abollar ideología. Así que debes estudiar el texto sagrado: la Biblia, invocar el nombre de Dios, y abrirla en el instante en que David con la honda arroja la piedra que golpea al gigante Goliat.
Nota bene. No existen estudios sobre los efectos del gas lanzado por la policía antidisturbios. El saber popular no se complica con tal difícil fórmula, (clorobenzilideno malononitrito). Así dice que ante el gas pimienta y cebolla hay que usar mascarillas de ojos o lentes de natación, agua potable con bicarbonato de sodio. Pero el método más usado es el vinagre (ácido acético). Mucho mejor es orinarse en el pañuelo y colocarlo junto a la nariz o los ojos. No obstante, el método más efectivo es la solidaridad de las compañeras. Ellas abren la blusa, retiran el brasier, con el seno de Abraham rocían los ojos de los compañeros y de esta manera el lagrimeo y la rasquiña desparecen.