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En Colombia, el 64 % de los alimentos perdidos ocurren en las etapas de producción, poscosecha y almacenamiento, mientras que el 36 % restante corresponde a desperdicios en la comercialización y consumo.
La Región Administrativa y de Planeación Especial (RAP-E) Región Central conmemora la quinta edición del Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos, declarado por la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Esta fecha busca sensibilizar sobre la urgente necesidad de reducir el desperdicio de alimentos y su impacto directo en el desarrollo sostenible, así como promover acciones que contribuyen a un futuro más responsable y eficiente en el manejo de los recursos alimentarios.
Cada año, más de 3,8 millones de toneladas de alimentos se pierden y desperdician en el centro del país (DNP).
Ante este panorama, “la RAP-E Región Central ha impulsado tres instrumentos clave para evitar las pérdidas y desperdicios de alimentos: la consolidación del Plan de Abastecimiento Alimentario de la Región Central; la transformación de alimentos a través de tecnologías innovadoras y, la generación de una conciencia colectiva alrededor de la campaña ´Sin Pérdidas, Ni Desperdicios´”, indicó Ricardo Agudelo Sedano, gerente de la RAP-E Región Central.
El Plan de Abastecimiento Alimentario, en su componente de logística y distribución, destaca los Corredores Logísticos Regionales (CLR), que integran de manera articulada la infraestructura de transporte, los flujos de información y las prácticas comerciales.
“Esto permite el transporte de alimentos a través de medios y vías idóneas, lo que es crucial para reducir las pérdidas, que representan aproximadamente un tercio de la producción total”, destacó Agudelo Sedano.
En el mismo sentido, la primera entidad pública supradepartamental del país ha asumido el liderazgo en la creación y ejecución del programa ‘Gestión compartida de Pérdidas y Desperdicios de Alimentos (PDA)’ a través del cual fomenta la colaboración entre diversos actores dentro del sistema de abastecimiento alimentario de la Región Central, compuesta por Bogotá, Boyacá, Cundinamarca, Huila, Meta y Tolima.
Tecnologías al servicio del agro
En la búsqueda de soluciones para optimizar la producción y manejo de alimentos, la RAP-E adelanta el diseño y puesta en marcha de herramientas tecnológicas para reducir las pérdidas de cosecha y poscosecha en la cadena hortofrutícola de sus territorios asociados.
“Estamos impulsando la estrategia de unir el conocimiento empírico de los campesinos y campesinas, con el científico de los centros de investigación y universidades.
Por ejemplo, en el Tolima se desarrolló una planta de energía fotovoltaica para la deshidratación del mango, que permite disminuir pérdidas de la fruta entre el 40% y 50%.
Y, en el municipio de Fuentedeoro (Meta) estamos en el proceso de transformación de la guayaba, un proyecto liderado por mujeres cabeza de familia, quienes han impulsado una industria de producción de vino artesanal a partir de esta fruta”, resaltó el Gerente.
Asimismo, en el municipio de Garzón (Huila) se desarrollaron los prediseños de sistemas de transporte por cable aéreo que les permitirán a los productores de plátano de la región, trasladar productos agrícolas en condiciones de primera calidad y a bajo costo, reduciendo significativamente el maltrato y las pérdidas de los alimentos.
Otro de los esfuerzos más destacados de la RAP-E es la campaña ‘Sin Pérdidas, Ni Desperdicios’, cuyo propósito es sensibilizar a la población sobre las metodologías de prevención y buenas prácticas para reducir las pérdidas y desperdicios de alimentos en la Región Central.
